Pepe nos conduce este jueves y su propuesta es escribir sobre el tema que elijamos con la condición que en cualquier momento de la historia, ésta dé un giro inesperado para el lector.
Si queréis sorprenderos pinchad aquí
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Su relación duraba hacía algún tiempo, sin embargo no había perdido la frescura y la lozanía de los primeros tiempos. Seguramente la clandestinidad con la que la llevaban hacía mantener la llama de su amor siempre avivada.
Él, avezado en las artes amatorias, pensaba que la juventud de ella, su alegría innata, su despreocupación y la relatividad que da la poca vida vivida, eran las causas que lo mantenían siempre en vilo, deseando que llegara la media tarde para dejar el bufete y salir a recogerla a las calles aledañas a la Universidad.
Siempre procuraba por todos los medios a su alcance, dar un punto novedoso a su encuentro diario, temía aburrirla y que lo dejara tirado a la puerta de la madurez avanzada que era la antesala de la vejez inmediata, en la que se veía viviendo con su mujer una vida anodina y aburrida. Tan sólo pensarlo ponía su mente a cavilar qué acción más arriesgada que la del día anterior podía montar para mantener en alza las perspectivas que había hecho crecer en ella.
La había llevado al despacho en horas en las que aún estaba el personal administrativo, también la había llevado a su casa a pasar la noche cuando su mujer estaba de guardia y no le importó ir más allá cuando aceptó la proposición que le hizo ella de pasar la tarde en su casa, su madre tenía turno de tarde en el hospital y su padre solía llegar tarde o no llegar cuando su madre faltaba.
La muchacha abrió la puerta de la casa y cogiéndole de la mano lo llevó precitadamente, entre risas, hacia su habitación sin percatarse de la tenue luz que iluminaba la sala y de la que salió una voz que quería parecer alegre pero ocultaba un nerviosismo acuciante:
- Nena, que temprano estás en casa. Pasa..., pasa con tu amigo que te voy a presentar a una compañera de mamá.
- ¡¡¡Luis!!! ¿que haces tú aquí?
- Lo mismo que tú: de guardia.
Siempre procuraba por todos los medios a su alcance, dar un punto novedoso a su encuentro diario, temía aburrirla y que lo dejara tirado a la puerta de la madurez avanzada que era la antesala de la vejez inmediata, en la que se veía viviendo con su mujer una vida anodina y aburrida. Tan sólo pensarlo ponía su mente a cavilar qué acción más arriesgada que la del día anterior podía montar para mantener en alza las perspectivas que había hecho crecer en ella.
La había llevado al despacho en horas en las que aún estaba el personal administrativo, también la había llevado a su casa a pasar la noche cuando su mujer estaba de guardia y no le importó ir más allá cuando aceptó la proposición que le hizo ella de pasar la tarde en su casa, su madre tenía turno de tarde en el hospital y su padre solía llegar tarde o no llegar cuando su madre faltaba.
La muchacha abrió la puerta de la casa y cogiéndole de la mano lo llevó precitadamente, entre risas, hacia su habitación sin percatarse de la tenue luz que iluminaba la sala y de la que salió una voz que quería parecer alegre pero ocultaba un nerviosismo acuciante:
- Nena, que temprano estás en casa. Pasa..., pasa con tu amigo que te voy a presentar a una compañera de mamá.
- ¡¡¡Luis!!! ¿que haces tú aquí?
- Lo mismo que tú: de guardia.
jajajaja qué bueno! donde las dan, las toman :D
ResponderEliminarBss
La vida tiene esas cosas, jejejeje
EliminarMuy bueno tu relato juevero, yo esta vez no participe.
ResponderEliminarUn besazo.
Pues se te echará de menos.
EliminarEl burlador burlado o de como hay que tener cuídalo de las guardias que casi nunca son lo que parecen.
ResponderEliminarInesperada y sorprendente situación,que era lo que se te pedía y que has resuelto muy bella y literariamente.
Besos.
Las mentiras tienen las patas muy cortas que diría mi abuela.
Eliminar¿lA esposa de él también tenía una aventura= ¿Y con la madre de la muchacha?
ResponderEliminarNinguno va poder reprocharse nada. Ambos estaban "de guardia".
Bien contado.
Con la madre, no, con el padre de la muchacha, jejejejee
Eliminarme gusta como te diviertes
ResponderEliminarEscribiéndose pasa muy bien y con los jueveros aún mejor.
EliminarYa hay también un viejo dicho, que dice que no te fíes ni de tu padre. Cuidado con los engaños, que le puede salir a uno el tiro por la culata.
ResponderEliminarBesos.
¡Pues sí!
EliminarSe le heló la sangre eh... jajjaja
ResponderEliminarBesos.
Se les heló la sangre a los cuatro. Jejejeje
EliminarVaya , él que engaña fue engañado , un giro inesperado pero que cuenta alguna que otra verdad ... una puesta en escena de lo más , me imagino la cara de los que " esa noche estaban de guardia ".
ResponderEliminarUn abrazo amiga y buenas tarde muakk.
Cosas de relatos que pueden ser reales desgraciadamente.
EliminarUn beso
Sorpresitaaaaaaaa!
ResponderEliminarJjajajajaaj qué encuentro tan divertido...
Besos.
Sí diversión a cuatro bandas.
EliminarGuauu...
ResponderEliminarMadre mía...no me gustaría estar en el pellejo dei pobre Luís..
Besos!!
... ni de su mujer, ni de la chica, ni de .... etc. etc. etc.
EliminarUn giro sorprendente, esta bien eso de cazar al cazador
ResponderEliminarO como dice Juan el burlador burlado.
EliminarEso de las guardias, da mucho jugo, si... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Tos los trabajos nocturnos se prestan al engaño, o por lo menos tienen mayor disimulo
EliminarInesperado giro.
ResponderEliminarBesos.
Jajajaj,besos
EliminarNi tanto que inesperado.
ResponderEliminarMuy bueno, Tracy.
Un beso muy fuerte.
Gracias Rosa.
EliminarPues vaya movidita "hospitalaria"....y es que no hay nada como un cazador cazado, muy bueno, besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Moli.
EliminarUn beso
Una vida aburrida y anodina...qué infeliz el pobre. Buen giro y mejor relato.
ResponderEliminarBesosssss
Basar una vida en el engaño, mala cosa.
EliminarJajajaj, cosas que pasan cuando uno anda con agachadas. Muy bueno.
ResponderEliminarBesos
Gracias Oso.
EliminarUn beso
Vaya final, inesperado por completo para los dos, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro que te haya gustado, Carmen.
Eliminarun besazo
Tal para cual. Creo que ha llegado el momento de institucionalizar en sus vidas lo de las relaciones abiertas. Cumpliendo con lo pedido en la convocatoria, un giro totalmente inesperado y sorpresivo.
ResponderEliminarGracias por sumarte a mi convocatoria, Tracy.
Un fuerte abrazo.
Siempre es un placer sumarme a tus convocatorias, yo soy la que te tengo que dar las gracias a ti.
EliminarUn abrazo
Vaya vuelta de tuerca en ese final inesperado. Lo que mal empieza mal acaba. Vaya lío. Un beso
ResponderEliminarCon lo fácil que es ir con la verdad por delante...
Eliminar¡¡Buenísimo!! Lo mejor de todo es que yo conozco una historia parecida que ocurrió a una pareja de Murcia en Sevilla...y disimularon los cuatro por el parque de Maria Luisa...
ResponderEliminarBesos y abrazos
¿No me digas?
Eliminar¡El burlador burlado y cuernos para regalar!
ResponderEliminarBuena historia.
Besotes
Jajajaja, eso... eso...
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