SIGO AFECTADA POR LOS SUCESOS DE BCN

No se me van de la cabeza esas pobres familias que han recibido el zarpazo de la barbarie en sus carnes.

Pienso que mi familia podía haber estado entre ellas y me derrumbo, igual que ellas lo estarán ahora.
Cuando se le pone rostro a un problema, te metes dentro de él y  lo sientes propio, porque realmente es un problema NUESTRO.

No sé lo que se puede hacer, pero hay que hacer algo a nivel internacional , hay que plantar cara a esta situación y dejar de poner paños calientes, evitando llegar al epicentro del problema, porque no interesa económica o diplomáticamente.

Todo no puede acabar en encender unas velas o guardar un minuto de silencio en memoria de los que perdieron la vida de la forma más descerebrada que existe. 
Eso está bien, pero no basta.

Estamos viendo reportajes en TV de estas gentes que no se cortan al decir que entre sus objetivos están Sevilla, Granada y Córdoba con el fin de instaurar un nuevo Al Andalus. Cierto que por el fanatismo de unos pocos no se pueden estigmatizar a todos porque no sería ni real, ni justo, pero aunque sean pocos los que así piensan, hay que tenerlos en cuentan y quiero pensar que así lo hacen aquellas personas a las que corresponda atajar estas amenazas, pero ¿y nosotros, viandantes anónimos, podemos confiar que existen medidas gubernamentales para garantizar nuestra seguridad? ¿o todo se reduce al postureo de una fotografía para la prensa y a discutir si la reina vino a guardar un minuto de silencio por los asesinados?

 Francamente , si soy una de las damnificadas, me importará un comino que "la Leti" venga o no a guardarme un minuto de  silencio o a encenderme una vela, porque no estaré viva para sentirlo, pero me imagino que a mi familia le importará aún menos que a mí.
Siento el post de domingo que os he dado, pero es lo que siento.
Deseo que la próxima semana sea Toda ella de color blanco.