La Plaza de la Corredera de Córdoba, este fin de semana, transformó su fisonomía
y se vistió con ropajes mediavales cambiando sus terracitas al sol por puestos con toldos y el olor a fritanga
que se desprendía de las parrillas gigantes de carnes,
y de chacinas
dispuestas a ser acompañadas por panes de pueblo, como se les llama aquí
Los chorizos se exhibían sin pudor,
preparados para ser ensartados en brochetas o
pasar acompañar a un buen plato de migas.
¡Una oda al colesterol!
Yes que igual que en las vacunas se pone la dosis de recuerdo, ayer nos pusimos l@s que estuvimos allí la "dosis de recuerdo" de las comilonas de Navidad, (¡de las que ya hace un mes!).
Y de postre, por si fuera poco, algo para potenciar nuestra energía, por si había queddo menguada: dátiles.
Títeres, moros, cristianos, cetrería, brujería... te rodean mientras comes haciendo que te sumerjas en la época medieval, mientras piensas lqué dirían nuestros antepasados si vieran los alimentos light que tomamos actualmente, y la obsesión que tenemos por mantenernos sin un ápice de grasa.
El maratón del colesterol ha terminado, las trompetas anuncian la despedida hasta el próximo año.
¡¡¡ Uno, dos, tres... regresamos al mundo actual!!!.Un buen lunes a tod@s