que hoy nos dice adiós.
Antes de que se vaya, siento la necesidad de darle las gracias porque aunque entró en compañía del Covid para toda mi familia, supo medir los tiempos: me dejó atenderlos a ellos para luego pasarme el bicho a mí y que ellos una vez repuestos, pudieran hacer lo mismo conmigo. Todo un detalle.
Poco a poco todo volvió a la normalidad para terminar disfrutando con unas Jornadas Culturales maravillosas así es que...
Y en prueba de mi agradecimiento te dedico este precioso poema:
Mariposas de enero — Luis Gonzaga Urbina
Un día de invierno gris y opaco. Tienen,
el jardín pereza, modorra las flores,
cansancio las aguas, que apenas sostienen
erguidos los chorros de los surtidores.
No hay aves que trinen; no hay voces que suenen;
y en la anemia de la luz y los verdores,
dos mariposillas que van y que vienen
sacuden las alas de flavos colores.
¡Buscáis miel, ilusas! la miel ya no existe,
y un tropo me asalta, muy viejo y muy triste:
las dos ilusiones de mi vida entera.
(¡Amar! ¡ser amado!) son dos mariposas
en un jardín mustio que no tiene rosas….
Son dos rezagadas de la primavera.
¡Feliz salida de Enero!
