de no ser por la lluvia pertinaz, ni si quiera me hubiera acordado que tenía las entradas para ir al teatro. con esto de sacarlas tres meses antes de que llegue el espectáculo pierde uno la noción del tiempo, por muchas ganas que tengas de verlo.
Y sí, mis ganas de ver actuar a Héctor Alterio eran muchas.
Y por una vez en la vida agradecí a la lluvia que no me dejara ir de cruces, de haberme metido en faena se me habría pasado.
Me descubro ante este señor de 87 años, ochenta y siete, que es un monstruo de las tablas con una interpretación magistral que eclipsa al resto de los actores, aún siendo magníficos
incluso a Ana Labordeta que borda la interpretación de hija de Héctor Alterio de una manera magistral.
El tema es peliagudo: el Alzheimer que padece el padre, Héctor Alterio, que ya se enfrentó a este problema, magistralmente, en la película " El hijo de la novia", en la que interpretaba a un marido enamoradísimo de su mujer que tenía Alzheimer.
incluso a Ana Labordeta que borda la interpretación de hija de Héctor Alterio de una manera magistral.
El tema es peliagudo: el Alzheimer que padece el padre, Héctor Alterio, que ya se enfrentó a este problema, magistralmente, en la película " El hijo de la novia", en la que interpretaba a un marido enamoradísimo de su mujer que tenía Alzheimer.
En esta obra de teatro el personaje se lo pone más difícil aún al actor porque la obra está montada desde el punto de vista del enfermo que le hace tener una realidad distorsionada y unos cambios de humor continuos, con lo cual el público, igual que el protagonista, tampoco sabe muy bien lo que está pasando como si estuviera en la propia mente del actor y padeciese la misma enfermedad .
La obra te acerca a esta terrible enfermedad y al deterioro que provoca no sólo en el propio enfermo sino en los familiares que están al cuidado de él y que terminan por confiar a centros especializados, en aras de la atención que requieren, como el propio enfermo teme y vislumbra en los pequeños momentos de lucidez que a veces tiene.
Este tema sólo podría ser tratado salpicándolo de notas de humor que dan lugar a momentos hilarantes que ayudan a poder digerir las situaciones dramáticas que se presentan.
Florian Zéller, el autor de la obra, cataloga la obra como "farsa cómica" y consigue este equilibrio exacto que materializa en escena este gran actor.
Una vez vista la obra no puedes pensar en otra persona que no sea él, para interpretarla.
Una noche para disfrutar de teatro en estado puro
La obra te acerca a esta terrible enfermedad y al deterioro que provoca no sólo en el propio enfermo sino en los familiares que están al cuidado de él y que terminan por confiar a centros especializados, en aras de la atención que requieren, como el propio enfermo teme y vislumbra en los pequeños momentos de lucidez que a veces tiene.
Este tema sólo podría ser tratado salpicándolo de notas de humor que dan lugar a momentos hilarantes que ayudan a poder digerir las situaciones dramáticas que se presentan.
Florian Zéller, el autor de la obra, cataloga la obra como "farsa cómica" y consigue este equilibrio exacto que materializa en escena este gran actor.
Una vez vista la obra no puedes pensar en otra persona que no sea él, para interpretarla.
Una noche para disfrutar de teatro en estado puro