Jose Manuel Caballero Bonald
flamante Premio Cervantes 2012 desde hace unos días y Autor del Año de Andalucía
No se me ocurre un autor mejor para terminar esta semana dedicada al libro, a los lectores y por supuesto a los autores.
Persona inconformista y defensora de la libertad a ultranza y un gran poeta aunque un poco barroco en su lenguaje, pero un gran poeta.
Se me ocurre dejaros esta poesía muy de acuerdo con los tiempos que estamos viviendo. Pertenecen al libro "Manual de los infractores" (2005)
BIENAVENTURADOS LOS INSUMISOS
"Ni la justicia con sus manos ciegas,
Ni la bondad de ojos efímeros,
Ni la obediencia entre algodones sucios,
Ni el rencor que atenúa La desesperación de los cautivos,
Ni las armas que arrecian por doquier,
Podrán ya mitigar esas lerdas proclamas
con que pretenden seducirnos
Aquellos que blasonan de honorables.
Quienquiera que merezca el rango de insumiso
Descree de esa historia y esas leyes.
El poder de los otros
Nada sino desdén suscita en él.
Ha aprendido a vivir al borde de la vida."
Su prosa narrativa es magnífica, personalmente me identifico más con ella que con su poesía.
Recuerdo el verano que me leí "La costumbre de vivir",
un libro de seiscientas páginas que me resultó ameno por la cantidad de anécdotas, aventuras que le sucedieron al autor en la época que transcurre, desde 1954 año que nace el rock al 1975 año en que muere Franco.
Recuerdo cómo me reía al leer los dimes y diretes que relataba con esa ironía y esa gracia propia del sur.
De su mano podemos asistir a las andanzas del grupo de los 50, sonreírnos con la valoración que hace de los psiquiatras o las estratagemas seguidas en la clandestinidad.
Debió ser el verano del 2002, por la fecha de la dedicatoria del libro y por los recortes amarillentos de prensa que guardo dentro de sus páginas, ¡cómo pasa el tiempo!
tiempo que pasé en la Serranía de Cuenca
con Caballero Bonald leyendo "La costumbre de vivir", libro que os recomiendo porque además de entretener, relata historias muy interesantes no sólo de él, sino de otros escritores con los que vivía su día a día.
Sr. Caballero Bonald: ¡Enhorabuena por su Cervantes!