TÉ ENTRE "AMIGAS"

Serviros un té que os cuento lo que me pasó ayer.

    Una amiga acababa de llegar de las vacaciones y me llamó al móvil, pensando que estaría donde tenía pensado estar.

Al contarle que ese lugar maravilloso sólo lo había visto en la pantalla de mi ordenador, porque no me había podido ir de vacaciones, por lo que tod@s ya sabéis... Se presentó en casa.

Encantada de ver caras nuevas y oir sus andanzas veraniegas, la invité a comer. Venía guapísima y bronceadísima, mientras yo parecía una madonna del Renacimiento, mirándola con ojos asesinos.

Pasamos un rato de risas, dimes y diretes, el diálogo saltaba de un tema a otro, sin detenerse en ninguno, hasta que llegó la sobremesa, alrededor de una taza de té.

Me armé de valor y le dije que había estado ojeando su blog, a pesar de estar cerrado por vacaciones, y me había sorprendido al no verme en la lista de sus favoritos.

Esperaba una respuesta coherente que diera pié a una conversación interesante que respaldara mi blog.

Sólo  respondió:

- No existe ningún motivo especial, sólo no estás, mi lista es inamovible y no tiene cabida nadie más.

Una respuesta tan déspota, distante, fría y sin paleativos,  sólo requería pensar que el sol del desierto australiano le había afectado las neuronas.

Así es que en vista de que me había tragado todos sus ligues veraniegos habidos y por haber, pensé contarle alguna de mis andanzas, pero... ¿cúal? estando en las circunstancias que estoy, si le contaba algún rollo con el portero, no se lo iba a creer porque está de vacaciones, del butanero ¡nada! porque tengo gas ciudad, del cartero... tampoco  porque ya nadie manda nada certificado, así es que la remití al post del médico: por lo menos tendrá  que abrir mi blog para enterarse y estoy segura que recapacitará y me agregará a sus " totems", aunque sólo sea para ver en qué queda lo mío con el traumatólogo.