LOS HELADOS DE MI infancia...?
Mejor de los HELADOS DE MI VIDA
Puedo escribir poco de los helados de mi infancia porque no he sido muy heladera, de pequeña recuerdo vagamente que en casa de mi abuela, había un artilugio en el que se hacía helado, pero se usaba muy de tarde en tarde, tampoco yo pedía helado ni si quiera en las heladerías, prefería comer pipas que tomarme un cucurucho de vainilla o mantecado que era el que tomaban mis amigas.
Esto no cambió hasta el momento en que me quedé embarazada, no sé porqué regla de tres tenía que tomarme diariamente un helado y allá que nos íbamos a buscarlo el padre de las criatutra y yo, todas las tardes a la heladería más famosa de Córdoba que estaba en pleno centro y era la que primero abría en primavera y la última que cerraba al llegar el invierno:
Todas las tardes , sin faltar una, me tomaba un cucurucho mediano de helado de café con leche.
Ahora que lo pienso... ¡qué aburrimiento!
Fue dar a luz y no volví a tomar más helado hasta que no me quedé embarazada de mi segunda hija, de nuevo la rutina del cucurucho mediano de café con leche.
Nació mi pequeña y se terminaron los helados, hasta que un verano apareció una heladería australiana en Fuengirola, adquirió mucha fama y mis hijas, ya mayores, me hicieron que probara el helado de chocolate y después de resistirme bastante me tomé uno, más que por el helado por los enormes trozos de chocolate que te encontrabas en él. Me encantó.
Todos los años al finalizar las vacaciones, iba a tomarme uno de chocolate, así me despedía del verano un año y otro.
Hace unos años la heladería desapareció y ahí acabó mi relación con el helado, pero ambién hace unos años, al venir a Barcelona, conocí "el Affogato" que preparan en La Creme, y me enamoré de él, incluso le dediqué esta entrada en mi blog.
Todas las tardes, que puedo, practico el rito de ir a tomarme uno a pesar de las enormes colas que hay siempre.
Eso sí con dulce de leche, no con vainilla.
Y por mi cabeza ronda una única pregunta:
¿Estaré de nuevo embarazada?
Yo no he sido Tracy...
ResponderEliminarNo llegamos a tanto eh... jajajja
Besos.
Jajajajaja, sería doble milagro.
Eliminaray Tracy que lindo recordar
ResponderEliminaryo si tomaba todos los días unos q ni recuerdo la marca
eran de crema de limón o naranja y el envase eran muñecos clasicos de Disney o si no una naranja o un limón ... que llevaban su tapita y su cucharita
eso si --- regalo de mi abu
Los mas ricos los he tomado en Italia no hace mucho --pero eso es otro cuento y no chino
buen provecho
Sé a los que te refieres, jajajaja, desde luego como los italianos ninguno.
Eliminaray dios lo del embarazo no lo vi jaja
ResponderEliminar`pues eso tu sabras !!
Pues te perdiste lo más novedoso.
EliminarPues no lo sé, pero por lo que cuentas de ese antojo en los embarazos...
ResponderEliminar:)
Igual es sólo un embarazo psicológico, que también vale para tener ganas de helado, jajajaj
Besos.
Quita... quita... si estoy embarazada que sea de verdad ¿no te parece?
EliminarA mi los helados me apasionan...es que además soy muy golosa. Besos preciosa y feliz fin de semana.
ResponderEliminarYo soy más de salado que de dulce, eso que llevo ganado.
EliminarJjajjaajjaaj entonces yo debo vivir en un perpetuo embarazo...
ResponderEliminar:P
El otro día me mandaron un enlace de heladerías en Madrid,luego lo busco y te lo mando.
Para que peques cuando vengas.
; )
Besos freshquitos.
Me estimulan más otros pecados que los de el helado, pero sí, mandame el enlace, nunca se sabe donde está esa chispa del gusto por el sabor.
EliminarSimpático final, ya veras la de ofertas de apadrinamiento que recibirás ¿Soy la primera?, de todas tus explicaciones me he guardado una "helado de café con leche" por una vez café, me ha hecho ilusión. Feliz fin de semana ahora creo que ya debe haber helados de té
ResponderEliminar¿Qué crees que a mí no me gusta el café?
EliminarMe gusta mucho, pero prefiero el té.
Qué peligro. Después de tus anteriores experiencias yo también estaría asustada. Disfruta de ese momento, me refiero al de comerte el helado.
ResponderEliminarUn beso.
Ya,ya , sabía a qué momento te referías, jejejejejeje
EliminarBuenos dias: NO estaria mal ahora de quedarte embarazada. Menudo juguete para tus nietos. Y para tí también. Así no mimarias tanto a los pequeños que esto no es bueno.
ResponderEliminarMis mejores y más grades helados los he tomado en Ginebra y en Baden bei Wien. Un abrazo.
Los abuelos estamos para mimar y deseducar a los nieto, para educarlos ya están los padres, por eso a estas alturas de la película, no es conveniente tener hijos, porque nos volveríamos chochos.
EliminarDios y la Naturaleza saben lo que hacen.
Tampoco soy de helados, eso sí, me gusta hacerlos para mis hijos.
ResponderEliminarDe pequeña, recuerdo el coyote, un polo de vainilla y chocolate.
Lo del embarazo sí que lo he sufrido... pero mi antojo eran unas soletillas de mi pueblo, lo único que podía oler y comer.
Besos
Si no eres heladera eres de las mías, debemos ser bichos raros.
EliminarLos primeros que recuerdo son los de "la Sabina", raspadura de hielo, coloreada con un jarabe colorista bien de limón, de naranja o zarzaparrilla.
ResponderEliminarDespués vino la heladería de "Los Jijonencos", con sus variedades, pero donde sobretodo yo pedía horchata.
Tengo que reconocer que es ahora, cuando tomo mas helados , aunque ni estado sea de total desesperanza.
Besos.
Jajajajaja me ha gustado eso del estado de total desesperanza.
EliminarJaaa , Que bueno que estuvieras en estado de buena esperanza ... muy linda tu historia , la verdad que es curioso como los gustos te cambiaron al quedarte embarazada cosas misteriosas del proceso de la procreación ...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y espero que nos digas si es positivo o negativo ajjaj un besote muakk.
Jajajajaja Tú ve preparando el traje que irás de bautizo dentro de nueve meses.
Eliminarfíjate que también de pequeño no fui muy fans de los helados, cucurucho o barquillos como decimos acá
ResponderEliminary si comíamos helado era los domingos y de postre, y helado de casatta ese que viene en caja, era el premio de la semana...
saludos!
Aquí a esos helados se les llamaba Corte y se metían entre dos galletas.
Eliminarjajaja A buenas horas horas mangas verdes, pero claro, si te haces esa pregunta, por algo será, pillina...jajaja
ResponderEliminarYo me acuerdo de los "Cortados" de pequeño en San Sebastián, no he sido muy heladero, pero cuando descubrí el "Ron con pasas" estuve todo el tiempo comiendo uno en cuanto tenia ocasión, ahora, cuando como fuera, si me apetece de postre alguna combinación de tarta con helado, en el restaurante que voy con cierta frecuencia y me conocen desde hace años, disfrutan preparando un postre sorpresa con helado, siempre distinto y yo disfruto como nadie, el otro dia cuando fuí para celebrar mi cumple, se pasaron 40 pueblos, ¡Que barrigón! jajaja
Besos y salud
Con esa expresión me has recordadouna cosa que me contaba mi mdre: Unos vecinos entrados en años tuvieron un bebé y se conoce que mis padres comentaron eso de " abuenas horas mangas verdes" y cuando mi madre me ensayó que tenía que decirle al darle el regalo "enhorabuena", yo decía "a buenas horas mangas verdes" y mi madre optó porqe yo no la acompañara a ver a la vecina.
EliminarTe contaba una cosa de mi niñez muy graciosa, pero se ha borrado, así es que otro día te lo contaré, que hoy ya es mañana.
EliminarJajajajaja muy bueno el comentario de Genin!!! Y tu anécdota, entrañable!!! Besos a ambos!!!
Eliminar¡Vaya! al final apareció el comentario de mi anécdota
EliminarMyriam, que no te he dicho ná: ¡HOLA!
Eliminar¿Un cucurucho? Eso es solo una muestra. Yo pido, mínimo, un vaso de 1/4 litro. Puede ser de mango, guayaba, membrillo, damasco, durazno, pistacho, frutilla, imperial, frambuesa, maracuyá, lúcuma, chirimoya, bocado, maní, vino, y etc.
ResponderEliminar¡Pues sí que te gustan los helados...!
EliminarNo conozco a nadie que no le gusten los helados. A mí me gustan los italianos, pero si no los tengo a mano, disfruto con otros muchos.
ResponderEliminarEsta entrada nos introduce ya en el verano; es dulce, refrescante y divertida. Hay antojos veraniegos que alegran la vida.
Salud, Tracy.
jajjaaja Fanny
EliminarA mí no me gustan los helados.
EliminarDemian y tú o te rías, que o megustan.
EliminarLos tocinillos con los cuales uno se deleitaba a saborearlos a las dos de la madrugada en pleno invierno.
ResponderEliminarBesos
¿Siíííííííí....?
EliminarYo creo que los helados lo inventaron para las embarazadas, y para los embarazados, las manzanas asadas.
ResponderEliminarBesos.
Qué curioso esos antojos!
ResponderEliminarYo nunca le he hecho ascos a un helado, ni en verano ni en invierno, aunque intento no abusar de ellos por la línea y porque tengo el azúcar al límite. Mis preferidos: el de café y el de dulce de leche y estoy segura de no estar embarazada ;-)
Mira en los gustos coincidimos.
EliminarDe mi infancia recuerdo la cara llena de helado, las manchas en la camisa y que siempre a pesar de todo cuidado terminaba enchastrado. Su sabor siempre me llevara a ese niño sucio y feliz.No importa el gusto que tenga. Besos tracy
ResponderEliminarEse recuerdo también lo tengo yo y las palabras: ¡No te vayas a manchar!
EliminarAmo los helados,en verano en invierno en otoño y en primavera,si,si,si.
ResponderEliminarcariños.
Yo no.
EliminarTal como lo cuentas, Tracy, me has hecho volver esos viejos escenarios donde un helado era, realmente, un lujo, algo que solo se reservaba para las fiestas importantes. Bellos recuerdos ... gracias.
ResponderEliminarAh, a mi también me gustan los que llevan grandes trozos de chocolate negro negrísimo ... una delicia antes prohibida por una razón, pero ahora
por otra.
Feliz viernes
Pero yo creo que eso no significa que te gusta el helado, sino el chocolate.No te parece?
EliminarEs sorprendente como en tus embarazos tus nenes te llevaron a disfrutar de los ricos helados, sin que fueras tan deseosa de ellos en tu niñez.
ResponderEliminarQue linda y tierna historia.
Saluditos
Pues sí es curioso.
EliminarYa nos dirás si estás de nuevo embarazada jajaja.
ResponderEliminarBesazos.
Os voy a tener en vilo, jejejeje
EliminarCreo que conozco esa heladeria del centro de Córdoba, para mi los mejores helados y batidos, no veas como los hecho de menos? Yo como tu soy más de salado que de dulce, pero de vez en cuando un buen helado no viene mal. Muy bueno y "esperanzador" escrito, besos
ResponderEliminarAún existe, se llama David Rico.
EliminarLo tuyo conos helados ha sido realmente un rito jeje. Lo que más llama la atencion es que para cada etapa, los gustos variaran 😄 un placer leerte. Beso
ResponderEliminarSí, es digno de estudio, espero que no haya más etapas.
EliminarAsí que fue un hábito adquirida. Me gusta como lo contaste.
ResponderEliminarUn abrazo
Simplemente son experiencias de mi vida.
EliminarLo de los antojos es para estudiarlo aparte, pero en tu caso era llevadero, yo en cambio quería sandía en diciembre... y hace 34 años no había forma!
ResponderEliminarbesos fresquitos
Sí lo tuyo era mastante más difícil. Jajajajaja
EliminarSonrío.
ResponderEliminarAsí son esos antojos, sí, a mí me dio por las palomitas (iba al cine adrede a comprarlas hechas a cualquier hora) y el hígado que hasta entonces no podía ni olerlo me apetecía una barbaridad, y aprendí hasta a cocinarlo de mil formas, con coulis de frambuesa, me perdía, y desde entonces va y hasta me gusta.
No soy muy de helados, me dan más sed...
Una muy bonita historia llena de sabores del recuerdo.
Besos, linda.
Lo del hígado es de traca. Jajajajajaja
EliminarTracy:
ResponderEliminarun buen helado siempre es una tentación.
Para mí es más tentación una tapa de queso, por ejemplo.
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