La propuesta es de Jime que se le ha ocurrido que invitemos a participar en nuestro relato a un personaje que nos haya llamado la atención de cualquiera de nuestras lecturas.
Es el momento de conocer caras nuevas aquí
Mi personaje invitado es Simone de Beauvoir
en su obra: "La ceremonia del adiós"
Estaba tan cansada que el sueño me venció sin cerrar el libro que estaba leyendo, que quedó abierto sobre mi pecho...
De pronto me encontré paseando por París con la avidez de quien visita por primera vez la ciudad de la luz.
Estaba tan cansada que el sueño me venció sin cerrar el libro que estaba leyendo, que quedó abierto sobre mi pecho...
De pronto me encontré paseando por París con la avidez de quien visita por primera vez la ciudad de la luz.
Buscaba el mítico "Café de Flore", donde se reunía la clase intelectual que componía la "divina gauche" parisina.
Entré despacio como quien no quiere profanar un templo con sus pisadas.
Allí estaba ella, en la mesa que tenía fija para sentarse con Sartre, ante su taza de té y su escritura.
Me coloqué en la mesa de al lado, casi sin respirar para no molestarla.
¡No me lo podía creer!
"El Castor", como la llamaba Sartre, "la mujer necesaria".
La miraba queriendo aprender la lección que nos daba en su obra:
"Sartre vivía para escribir. Yo asignaba a la vida un papel supremo" de ahí su forma distinta, novedosa de entender la pareja que iba dirigida a luchar contra "la indiferencia (que) es letal" y a potenciar "las vidas de acuerdo" respetando la libertad y la independencia que mantuvieron hasta el final, pero a la vez se implicaron al unísono, en la transformación de lo que no les gustaba del mundo.
Visioné en un momento toda "La ceremonia del adiós" en la que narra su relación con Sartre en la etapa final de la vejez, cuando todo se vuelve ternura plagada de miedos por lo que le pueda ocurrir a él.
Se me saltaron las lágrimas, es un relato muy conmovedor por las ganas que Sartre tenía de vivir
Sus conversaciones sobre la amistad, la familia, el sexo, la política, etc. me hacen pensar que es una pareja que siempre estará unida.
De pronto, Simone alzó la mirada, se fijó en mí y como adivinando mis pensamientos dijo:
"Su muerte nos separó. Mi muerte no nos reunirá. Es así; es ya bastante hermoso que nuestras vidas hayan coincidido durante tanto tiempo".
El ruido que hizo el libro al escurrirse de mi pecho al suelo, me despertó.
Daba igual, nunca había tenido un sueño tan dulce.
Me fui a mi carpeta de fotos y busqué aquella que me hice
en el Café de Flore en la mesa de Simone de Beauvoir, bajo su foto.
Entré despacio como quien no quiere profanar un templo con sus pisadas.
Allí estaba ella, en la mesa que tenía fija para sentarse con Sartre, ante su taza de té y su escritura.
Me coloqué en la mesa de al lado, casi sin respirar para no molestarla.
¡No me lo podía creer!
"El Castor", como la llamaba Sartre, "la mujer necesaria".
La miraba queriendo aprender la lección que nos daba en su obra:
"Sartre vivía para escribir. Yo asignaba a la vida un papel supremo" de ahí su forma distinta, novedosa de entender la pareja que iba dirigida a luchar contra "la indiferencia (que) es letal" y a potenciar "las vidas de acuerdo" respetando la libertad y la independencia que mantuvieron hasta el final, pero a la vez se implicaron al unísono, en la transformación de lo que no les gustaba del mundo.
Visioné en un momento toda "La ceremonia del adiós" en la que narra su relación con Sartre en la etapa final de la vejez, cuando todo se vuelve ternura plagada de miedos por lo que le pueda ocurrir a él.
Se me saltaron las lágrimas, es un relato muy conmovedor por las ganas que Sartre tenía de vivir
Sus conversaciones sobre la amistad, la familia, el sexo, la política, etc. me hacen pensar que es una pareja que siempre estará unida.
De pronto, Simone alzó la mirada, se fijó en mí y como adivinando mis pensamientos dijo:
"Su muerte nos separó. Mi muerte no nos reunirá. Es así; es ya bastante hermoso que nuestras vidas hayan coincidido durante tanto tiempo".
El ruido que hizo el libro al escurrirse de mi pecho al suelo, me despertó.
Daba igual, nunca había tenido un sueño tan dulce.
Me fui a mi carpeta de fotos y busqué aquella que me hice
en el Café de Flore en la mesa de Simone de Beauvoir, bajo su foto.
Se me han puesto los pelos como escarpias... y se me han ido las palabras. Me quedan las emociones a flor de piel.
ResponderEliminar¿¿¿¿Sí????, no sabes cuanto me alegro.
EliminarPensé que realmente habias estado junto a ella... hay sueños que son tan reales!
ResponderEliminarBss.
¡¡¡Ojalá hubiésemos coincidido en el tiempo y en el espacio!!!
Eliminarolalá!!!
ResponderEliminarMaravilla de las maravillas.
EliminarSimone y Sartre, pareja que supo tejer la convivencia respetándose hasta el final, cada cual en su persona y el cariño, la complicidad asumida. Genial tu aportación con este relato en el cual te metes en el "lugar" casi sagrado para beber un instante la energía que desataba tanto talento. Felicitaciones, ha sido un dulce e intenso sueño, foto incluida. Un beso.
ResponderEliminar¡Me atrae tanto esa pareja...!
EliminarMerecido homenaje a la escritora que tanto hizo por la libertad de la mujer. Y no solo con sus escritos, sino con una forma de vida que ha servido de ejemplo y seguimiento.
ResponderEliminarBrillante entrada, amiga Tracy.
Un abrazo.
Se lo debía por la admiración que tengo por ella.
EliminarMe encanta la capacidad que teneis de crear historias con un tema/personaje prefijado, soy incapaz de escribir asi.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato. Un abrazo.
Pues anda que tú no las creas bien. Modesta que eres una modesta.
EliminarMe encanto, Tracy!!! has invitado a un personaje lleno de magia, ternura y dedicación.
ResponderEliminarTu sueño te ha llevado a narrar una hermosa historia.
Cariños...
El personaje en sí es una joya y da para mucho.
EliminarTremenda invitada, y tremenda charla la que habrán tenido.
ResponderEliminarBesos.
¡La MUJER necesaria!
EliminarEstupendo!...estupendo relato y homenaje!...me ha conmovido saber sobre dos almas tan íntimamente enlazadas!
ResponderEliminarUn abrazo
Esta pareja es un mundo en ellos mismos. Son dos de mis ídolos literarios, políticos, sociales, etc. etc.
EliminarUna invitada ilustre, llegó hasta tus sueños...alguien de quien podríamos aprender muchas de las cosas que parece que hemos olvidado.
ResponderEliminarGuarda bien esa foto, es un preciado tesoro amiga viajera.
Abrazos Tracy.
Y tan ilustre....
EliminarPrecioso y conmovedor relato, Simone al igual Sartre fueron mis personajes favoritos en la década de los años 60 del siglo pasado. Mi felicitación.
ResponderEliminarSaludos.
Para mí los siguen siendo, porque además pienso que sus planteamientos está en plena vigencia.
EliminarBonito sueño :)
ResponderEliminarBesos y salud
Un sueño de los que sientes que acaben.
EliminarSalud!
Es muy emotivo tu relato, porque nos hablas de una escritora y su vida, su amor, permitiéndonos a la vez entrar en ese libro y proyectarnos en el tiempo y el espacio. Tu escrito habla desde la admiración y la foto final es una prueba de lo cerca que has estado de esta escritora.
ResponderEliminarUn bello sueño el que nos has relatado!
Gracias por tu participación! Un beso!
Gracias a ti por regalarnos tu tiempo y por haberme dado la oportunidad de haber escrito sobre esta importante mujer.
EliminarEso es meterse en un libro. Al final los sueños reflejan nuestras inquietudes más profundas.
ResponderEliminarUn abrazo
Reflejan además de nuestras inquietudes, nuestros afectos,nuestros ídolos, nuestros sentimientos en una palabra.
EliminarFelicitaciones Tracy, por la manera de llevarnos en sentimiento con tan honorable invitada.
ResponderEliminar:)
Muchas gracias Cecy, celebro que te haya gustado.
EliminarMuy lindo homenaje tan merecido, muy bien relatado Tracy...
ResponderEliminarNo es mérito mío sino de la obra de Simone de Beauvoir.
Eliminartenemos vivencias paralelas. Yo pasee buenos aires para tomar un café junto a Borges y lisboa para acompañar a Pessoa.
ResponderEliminarPero no lo hubiera contado tan bien.
También busqué yo a Pessoa en Lisboa, ¡Qué casualidad!
EliminarUn sueño y una invitada excepcionales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha salido del alma porque tuve muchas vivencias leyendo esa obra.
EliminarHola, Tracy,
ResponderEliminarMe ha parecido un post precioso que nos ha acercado a la grandísima Simone de Beavoir.
Genial.
Un beso.
Si he conseguido acercaros a ella, me sentiría muy feliz.
EliminarUn abrazo.
Y pensar que he estado taaaantísmo en Paris y nunca pisé ese café.
ResponderEliminarTe felicito por la elección, Tracy, casi nada con Simonne .:-)
(Muchas, pero muchas gracias por tus deseos en casa, no, no fue nada
"importante" al contrario, te diría que hasta placentero. Un gran beso)
Pues ya sabes, la próxima vez que vayas le haces una visita y le das un saludo de mi parte.
EliminarTe diré Tracy, que se ha erizado mi piel al leerte. Toda esa búsqueda del lugar, el encontrarse con la escritora, el intercambio de reflexiones donde se muestra una vida de unión y en común con quien fue su compañero de vida. Son cosas que llenan. Pocos alcanzan esa unidad de sentimientos y modo de ver la vida. Creo que sellaste el relato tan magníficamente con la foto, que además de erizarme la piel, el corazón me dio un brinco. Emociona amiga, emociona.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
A mí escribiéndolo se me saltaron las lágrimas porque recordaba con toda nitidez el capitulo que habla de su miedo ante la muerte de ´él.
EliminarMuy bello y atinado tu relato, dejando clara tu admiración por Simone y por Jean_Paul, en un escenario muy suyo.
ResponderEliminarCuando Jime hizo la propuesta para este jueves,quien primero se asomó a mi cabeza fue ella, así es que figúrate cuanto la admiro.
EliminarDa envidia, de tan real que lo presentas.
ResponderEliminarsaludos!!
¿Envidia... por qué?
EliminarQué hermoso encuentro, aunque haya sido un sueño parece tan real. Dicen que en sueños nos encontramos con gente que deseamos ver y no podemos. La foto re linda.
ResponderEliminarUn beso.
Nítido tu relato. Me encanto eso de: "Su muerte nos separó. Mi muerte no nos reunirá. Es así; es ya bastante hermoso que nuestras vidas hayan coincidido durante tanto tiempo". Que poder de palabras.
ResponderEliminarSaludes
Dan ganas de sentarse en esa terraza y ver pasar la vida.
ResponderEliminarBesos.
En primer lugar, quiero decirte que he disfrutado enormemente con este relato diría que bastante intimista, homenaje a una mujer extraordinaria, gran escritora y una enorme luchadora por los derechos de la mujer. Como Yessy Kan, me quiero quedar con esa frase "Su muerte nos separó. Mi muerte no nos reunirá, porque denota una mente tremendamente racional, alejada de credos religiosos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Indudablemente queda anotado en mis lecturas venideras ese libro, porque me ha encantado ir de tu mano al Café de Flore.
ResponderEliminarUn beso
Es difícil decir "mágico" en el espacio en que se tantas creaciones existencialistas tomaron cuerpo. Pero valga. Y que te mire Simone... a mi se me hubiesen aflojado las patas!
ResponderEliminarHa cambiado muchísimo el Flore. Antes podías hasta desayunar, ahora no lo abren hasta las 12 y pico.
ResponderEliminarPor las tardes ya sólo hay turistas, y para nada el mismo ambiente de entonces.
Ha perdido su alma...
Pero bueno, sigue siendo el Flore... y no seré yo quien te trastoque el sueño.
;-)
Precioso homenaje!!
ResponderEliminarNo hubiera estado nada mal coincidir con ella en espacio y tiempo!
Me ha gustado mucho!
Besos!!
París está llena de encuentros, pero ese Boulevard Saint-Germain, tan lleno de vida y de recuerdos es el escenario adecuado para soñar a tiro pasado y junto a las balas de ayer. Simone, una más que nos ha hecho soñar.
ResponderEliminarFantasía mágica y original.
Besos
Cuanto me gusta y cuanto me ayudo a descubrir esta gran escritora y mujer
ResponderEliminar, su libro El segundo sexo era para mi libro de cabecera en mi juventud
Vive Simone de Beauvoir
Carmen
Vive Simone de Beauvoir, ¡que gran escritora y mujer!
ResponderEliminarSiempre aciertas conmigo Tracy!!!
Carmen
Has disfrutado de la charla y nos has hecho disfrutar a los lectores, muy bueno. Un besote
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