UN TÉ MUY ESPECIAL

porque en él conocí personalmente a Montse Sala. 
Montse es "juevera" os pongo su enlace por si queréis visitar su blog "Reflexions en veu alta", el único que está actualizado de los tres que tiene. 
Nos conocemos desde hace años a través de los relatos en el

  Hace algún tiempo empezamos a mandarnos wassap y últimamente a hablarnos por teléfono intentando conocernos en algunas de las visitas que  hago a Bcn porque Montse vive allí.

Los asiduos a mi blog sabéis que mis viajes a esa ciudad están cronometrados al máximo y me falta tiempo para ver a los amigos que tengo por aquellos pagos, que no son muchos, pero son muy buenos.
Esta última vez hice un hueco, aún siendo el cumple de Hugo  y quedamos en su casa pero tuve dificultades para encontrar el número y la telefoneé, enseguida me dijo:
- ¡Salgo a buscarte!
La vi al final de la calle con los brazos abiertos, tan cercana...
 ¡Me ganó desde ese momento!
Nos abrazamos,  parecía que nos conocíamos de toda la vida, enseguida me tomó del brazo y entramos en su casa.
Había preparado con todo lujo de detalles el té y una coca hecha por ella misma ¡ummm, qué rica!

Enseguida nos pusimos a charlar y no paramos hasta que nos despedimos:  Espontánea...,  cariñosa...,  comunicativa... Cualquiera que nos hubiera observado, habría pensado que nos conocíamos de toda la vida.

El tiempo fue pasando deprisa y sin apenas darnos cuenta, descubrí a una Montse  detallista, buena conversadora,  polifacética: la mantelería es hecha por ella, dibuja de maravilla (no como otras, por ejemplo: yo), apasionada de la fotografía y una calígrafa extraordinaria, en fin... es una mujer muy interesante, de esas que enriquece tener cerca para que te contagie su calidez humana y sus saberes. 
 Me hubiera gustado estar conversando mucho más rato con ella, envueltas por esa luz acogedora que inundaba toda su casa.
Lamentablemente no pudo ser así, las once velas de Hugo me esperaban, pero tuvimos el tiempo suficiente, para saber que nos vamos a tener la una a la otra siempre, aunque vivamos lejos, porque  aquella tarde alrededor de unas tazas de té surgió una bonita amistad, que ya había ido gestándose durante años a través de este milagro llamado internet.
Tan entusiasmadas estábamos que los bombones que había preparado, ni los probamos, ¿queréis uno?
En nombre de ella os lo ofrezco.

Montse, un placer  constatar que existías, como tú me dijiste a mí.
 Muchas gracias por tu generoso recibimiento. 
 Sabes donde me tienes.
 Una abraçada com el del dimecres.