Nos dirige Campi y nos invit a. realizar ese viaje que nunca hicimos. Viajemos ahora mismo que Campi nos da esa oportunidad en SU BLOG
Mi viaje a Ítaca
Desde que leí los poemas de Kavafis, en una etapa complicada de mi vida, me propuse visitar esta isla jónica, cosa que aún no he hecho, ni espero hacer.
Pero desde aquel momento me propuse hacer ese viaje a Ítaca, poniéndome "en modo Kavafis", sin ningún tipo de expectativas, sólo disfrutar de mi nuevo camino sin pensar a qué puerto me llevaría, ni con qué tipo de Polifemos me toparía.
Aprendí a pasármelo bien, con lo que tenía, no necesitaba nada más que lo que el camino me brindara.
Fue un aprendizaje duro pero cuando me había hecho mi hueco en la nueva vida ocurrió lo inesperado a través de las lecturas se fue moldeando esa persona nueva.
Conocí a través de la lectura de su obra a un amor de persona con el que disfrutaba al leerlo y que me enseñó a emocionarse, a tener ilusiones, a experimentar en mí todo aquello que él describía en sus obras.
En la soledad dei mis días y en la inquietud de mis noches cavilaba cómo sería en persona.
En la fotografía de la solapa de sus libros reflejaba una imagen demasiado escueta, de escasa nitidez en la que apenas se podía adivinar el color exacto de sus ojos porque las gafas lo dificultaba, una esbozada sonrisa, daba luz a su rostro y le daba un aura de buena persona.
Decidí conocerlo.
Segundo viaje fallido.
La mente empezó a cavilar como una loca: le diría, le contaría, le comentaría, hablaríamos largo y tendido de su obra, de literatura, de la vida y sobre todo le daría un abrazo lleno de amor y agradecimiento por todo el cambio que había originado en mi vida.
Él era mi Ítaca y a ella había llegado, sin llegar.
El mejor viaje que podemos hacer en nuestra vida es aquel que nuestra mente va recreando escena por escena y visualiza. Me ha parecido muy espiritual y muy bonito tu viaje, quién sabe si esta vida te da la oportunidad de llegar hacerlo realidad.
ResponderEliminarMuchas gracias, por tu participación, nunca es tarde si la dicha es buena, y asi ha sido. Besos, feliz fin de semana.
Olá, querida amiga Tracy!
ResponderEliminarEspetacular sua abordagem da viagem que nunca fez, mas que tem toda possibilidade de conversar com autores ainda.
Deu um tom diferenciado na interação entre amigos. Gostei muito. Criatividade bem ativa.
Tenha um final de semana abençoado!
Beijinhos fraternos
Un viaje imaginario que despertó emociones, hermoso Tracy, un abrazote!
ResponderEliminarY al final elucubrar es lo mas barato si de viajar a conocer a alguien se trata.
ResponderEliminarTodo un viaje literario lleno de emociones y sensaciones. Él era tu Ítaca y revolucionó tu vida con ese gran cambio, sin duda tu mente viajaba de emoción en emoción haciendo impactantes descubrimientos y sintiendo muchas sensaciones.
ResponderEliminarMe gustó mucho como lo has descrito, pude viajar contigo.
Un abrazo
«Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él» (Confucio).
ResponderEliminarMuchos son los viajes que nos proponemos y nunca realizamos. Ha sido un verdadero placer leerte y sentir tu corazón en un viaje que ha durado solo unas lineas.
ResponderEliminarUn saludo
Y el viaje sí fue hecho, aunque pareciese que quedó inconcluso en realidad si hubo un cambio en ti, viajaste de la mano de ese autor para ser mejor. Muy bonito texto.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana, Tracy.
siempre quedará Paris, Berlin o Madrid, Hay en los versos de Kavafis al igual que en los de Walt Whitman una dulce e insegura dejadez que nos hacen tener ganas de protegerlos, como a un gato que ronronee en nuestros brazos
ResponderEliminarEn tu caso en tu sueño, resuelves con que al final, siempre te quedará Paris...Berlin o Madrid Un abrazo
Un hermoso viaje imaginario Tracy, repleto de emociones, me ha gustado mucho leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
¡Hola Tracy! Esta es una reflexión hermosa sobre un viaje interior inspirado por la poesía de Kavafis, más que un desplazamiento físico a la isla jónica. Los poemas de Kavafis te llevaron a adoptar una filosofía de disfrutar el camino sin preocuparte por el destino, enfrentándote a tus propios “Polifemos”.. En este proceso, descubres a un autor cuya obra te transforma, llenándola de ilusiones y emociones. Aunque fantaseas con conocerlo en persona, imaginar conversaciones y darle un abrazo por el impacto que tuvo en su vida, ese encuentro nunca ocurre. Sin embargo, comprendes que él, su obra, es tu verdadera Ítaca: un destino al que llegaste sin necesidad de un viaje físico. Lo que más me gusta es cómo el conviertes la idea del viaje en algo interno y emocional, donde Ítaca no es un lugar, sino un estado de ser, un aprendizaje.
ResponderEliminarTe felicito.