EN BLANCO Y NEGRO

                Decir Fellini es evocar la escena del baño de Anita Ekberg en La Fontana de Trevi

                                                 insinuante, sensual y atrevida para la érpoca,

                                                   invita a Mastroniani a que se bañe con ella

aunque nunca pasó nada porque siempre surgía un hecho externo, ajeno a ellos, que lo impedía.
En el cine todo es ficción, empezando porque La Ekberg no iba descalza al meterse en la Fontana, sino con esas  enormes botas de agua que se está calzando

                             y siguiendo por  el "no beso" que por arte de las cámaras, parecía que se daban.

 Hoy me enteré de lo único verdadero de esta historia  y es que esta famosa escena  había estado rondando por la  cabeza de Fellini duranta treinta años, os lo cuento como a mí me lo han contado:
                                                                La Ekberg, Miss Suecia,

 estuvo en La Fontana  y se mojó los piés en ella, foto que sacaron los periódicos en primera plana (1958). Al verla, Fellini comenzó a barajar la idea de hacer La Dolce Vita que rodó dos años después.

 Seguía dando vueltas a la escena y decidió volver a reunir de nuevo a Mastroniani y a Anita Ekberg, ya entrados en años y con un físico que no era el de entonces. Los colocó ante la imagen de ellos mismos jóvenes en la escena de La Fontana de Trevi que se proyectaba en una pantalla gigante.
                 Adujo que ya que no se unieron en la cinta, los había reunido treinta años después.

 Ese es Fellini y su circo de las ilusiones que hoy conocí mejor, gracias a la Exposición de Caixa Forum.