12-12-12 A LAS 12 HORAS

Acabo de empezar mi día doce del doce del doce, propuesta de Scarlata, para dejar constancia de que estábamos aquí en esta fecha curiosa que no se volverá a repetir hasta dentro de cien años y casi seguro que ni tú ni yo lo veremos.

Así es que he decidido dedicar el día entero a dejar constancia de este triple doce:
Cuando empezó este día me cogió leyendo porque leo antes de que me venza el sueño

("mujer leyendo" de Botero)
Luego me desvelé a eso de las dos y media, pensando las cosas que tenía que hacer al día siguiente

todas ellas muy interesantes: ¿qué me pondré?, ¿de qué color me pintaré las uñas?

Como veréis todas son de quitar el sueño.

A las ocho sonó el despertador, justo cuando estaba empezando a soñar con un fraile que tenía la misma cara de George Cluny,

así es que le dije:
-Por favor, por favor, vuelve esta noche que ahora  me tengo que levantar.

La verdad es que no creo que    vuelva.

Rapidamente salté a la ducha y empecé la obra de restauración

                                                                                  Esta tarea me llevó alrededor de dos a tres horas, así que me tuve que tomar el té deprisa y corriendo,

para poder estar sentada en el ordenador a las doce en punto del medio día.
 Y aquí estoy editando la entrada.










¡¡¡Lo he conseguido!!!

.A partir de ahora voy a relatar lo que pienso hacer hasta que termine el día:
Me quedaré sentada en el ordenador cotilleando el resto de las entradas

                                   

 A las 15 horas me pondré a comer algo ligero

Las 16 horas, es el momento mejor para tomar un té

para luego retocarme un poco y a salir a la calle

camino de la Filmoteca 

a ver "Las nieves del Kilimanjaro" que la pasan  a las dieciocho horas

Después tendré que salir corriendo sin poderme quedar al coloquio porque tengo que ir a una misa a las veinte horas, pertrechada de mi velo y mi silla,como podréis constatar.

 A la salida unos vinitos  y unas tapitas antes de acabar el día

Y a las doce, no después, como la Cenicienta a casita, para acabar mi doce del doce del doce

de la mejor manera posible. 

¡¡¡Uffffff!!! qué día tan agotador... pero mereció la pena que la posteridad sepa lo que hizo Tracy en el día
12-12-12 de 12 a 12

¡Así se escribe la historia!
¡Jajajaja!