Un tema precioso que se le ha propuesto Charo, nuestra conductora de este jueves.
Si queréis conocer las historias sobre nuestras mascotas pinchad aquí
CUCA
Hace tiempo leí un libro que Mayrata O`Wisiedo había escrito sobre su perro y que tituló: "Chico no sabía que era perro"
Al leerlo pensé que mi Cuca tampoco sabía que era perra porque
la considerábamos un miembro más de la familia, nos acompañaba en los viajes, tanto si eran cercanos como si había que traspasar fronteras, venía a hoteles, bares y restaurantes, en aquellos que tenía prohibida la entrada, hacíamos causa común con ella y no entrábamos nosotros.
Cuca se sentía responsable del bienestar de todos. sabía cuando alguien pasaba por alguna dificultad y se colocaba a su lado focalizando en él sus caricias y zalamerías.
Tenía una mirada tan negra y tan profunda que se podía entablar una conversación con ella mirándola a los ojos. Recuerdo como a la hora de recoger la mesa, cuando todos emprendían la diáspora con el último bocado, ella sentada en sus patas traseras parecía decirme: "si yo pudiera, te ayudaría".
Era muy protectora y muy inteligente.
También tenía otras connotaciones en su carácter: era pija, muy digna, atea y racista, esto último me exasperaba porque no os podéis hacer una idea lo que es conocer por sus tremendos ladridos, que a más de cien metros había un pobre negrito vendiendo relojes y como en Fuengirola hay pocos negritos vendiendo...
¡Qué vergüenza de perra!
¡Para que luego digan que los perros se parecen a sus amos!
¿Y lo de atea?, pues que no podía pasar por delante de una iglesia sin ladrar como una energúmena ¡y como tampoco hay iglesias en este santo país...!
Lo de pija y digna venía en un mismo lote, no creáis que se fíjaba en todos los perros... ¡qué va! y si alguno le caía mal, lo ignoraba mirándolo por el rabillo del ojo y sentándose en plena calle para mantener a buen recaudo el objeto del olfateo perruno.
Cuca hace tiempo que se marchó, pero en nuestra familia su recuerdo está presente, lo que me hace pensar que éramos nosotros, y no ella, los que no la creíamos perra.
CUCA
Hace tiempo leí un libro que Mayrata O`Wisiedo había escrito sobre su perro y que tituló: "Chico no sabía que era perro"
Al leerlo pensé que mi Cuca tampoco sabía que era perra porque
la considerábamos un miembro más de la familia, nos acompañaba en los viajes, tanto si eran cercanos como si había que traspasar fronteras, venía a hoteles, bares y restaurantes, en aquellos que tenía prohibida la entrada, hacíamos causa común con ella y no entrábamos nosotros.
Cuca se sentía responsable del bienestar de todos. sabía cuando alguien pasaba por alguna dificultad y se colocaba a su lado focalizando en él sus caricias y zalamerías.
Tenía una mirada tan negra y tan profunda que se podía entablar una conversación con ella mirándola a los ojos. Recuerdo como a la hora de recoger la mesa, cuando todos emprendían la diáspora con el último bocado, ella sentada en sus patas traseras parecía decirme: "si yo pudiera, te ayudaría".
Era muy protectora y muy inteligente.
También tenía otras connotaciones en su carácter: era pija, muy digna, atea y racista, esto último me exasperaba porque no os podéis hacer una idea lo que es conocer por sus tremendos ladridos, que a más de cien metros había un pobre negrito vendiendo relojes y como en Fuengirola hay pocos negritos vendiendo...
¡Qué vergüenza de perra!
¡Para que luego digan que los perros se parecen a sus amos!
¿Y lo de atea?, pues que no podía pasar por delante de una iglesia sin ladrar como una energúmena ¡y como tampoco hay iglesias en este santo país...!
Lo de pija y digna venía en un mismo lote, no creáis que se fíjaba en todos los perros... ¡qué va! y si alguno le caía mal, lo ignoraba mirándolo por el rabillo del ojo y sentándose en plena calle para mantener a buen recaudo el objeto del olfateo perruno.
Cuca hace tiempo que se marchó, pero en nuestra familia su recuerdo está presente, lo que me hace pensar que éramos nosotros, y no ella, los que no la creíamos perra.
Son mejores que los humanos.
ResponderEliminarBesos.
Por lo menos son más leales.
EliminarQue personalidad, se le ve en la carica lo lista que era! Un placer conocer a esta perrita tan especial, un recordatorio muy bonito!
ResponderEliminarsaludos!
Nika
Tú lo has dicho: personalidad.
EliminarUna bonita historia, los animales de compañía acaban siendo uno mas en la familia.Que tengas un buen jueves
ResponderEliminarMe ha sido difícil escribir sobre ella porque me iba emocionando cada vez que iba recordándola.
EliminarViendo la imagen comprendo que sea difícil saber si es un perro. ¿Uno de la familia?. Qué dulce, Tracy.
ResponderEliminarAhí va mi relato: "Pensé que era uno de la familia y resultó ser un perrito".
Y si quieres uno de plagio: "Cuando desperté el perrito estaba ahí".
Jajajajaja, en la familia los hay más feos que Cuca.
EliminarMis hijos y mi santa insisten en que quieren un perro, yo me resisto, tuvimos una cobaya muchos años que murió el año pasado, era un perr-roedor, venía cuando le llamabas, jugaba, le encantaban los mimos, se puso malito y llegó a estar en un hospital veterinario (además de costar una pasta), el disgusto familiar fue tal cuando se fue que decidí que nunca maix, como para tener otro bicho susceptible de mayor aprecio... con los peces ya vamos bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es lo peor, cuando se van. Es por lo que no he vuelto a tener más perros, aunque pienso que es muy egoísta por mi parte.
Eliminarque lista la Cuca!!!
ResponderEliminarEra para verla, de verdad y no es pasión de "madre".
EliminarQué mirada tan profunda y tan "de verdad".
ResponderEliminarPreciosa.
Bsssss
Los animales no tienen falsedad como tenemos los humanos.
EliminarTe ha quedado requetechulo el articulo de hoy.......CUCA estaria contentisima con tu precision a la hora de hablar de ella........
ResponderEliminarun abrazo
Me he dejado tantas cosas en el tintero...
Eliminarestá leyendo y todo
ResponderEliminarEstá pintando que casi es más difícil que leer.
EliminarQué bonica, Cuca.
ResponderEliminarPues sí era muy guapa y tenía un pelo tannnnnnnnn suave...
EliminarQué noble,Cuca!
ResponderEliminarCoincido contigo en lo de pijo...mi perro lo es en el mismo sentido que tú lo explicas y nos lo hace pasar mal a veces ..
..pero también es protector a más no poder...y muchas cosas más ..lo que hace que todos los que le conocemos le adoremos..
Besos!
Según cuentas habría sido una buena pareja para Cuca, ¿te imaginas nosotras de consuegras?
Eliminaresos bichitos...mmmhh, en casa hay siete todos recogidos de la calle
ResponderEliminarahora están bien cuidados y alimentados ¡qué vida de perros!!
saludos
¿siete? vivirás en el campo ¿no?.
EliminarEn fin, ella era mestiza pero a lo mejor nadie se lo dijo, por eso discriminaba, supongo jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Yo le decía de todo cuando se ponía en plan racista, porque pasaba vergüenza ajena.
Eliminar¿Te gustan los perros?
ResponderEliminarSeñora, yo como de todo...
Ejem, ejem... vaya tos
Eso es como
Eliminar- ¿Le gustan los toros, Señora?
- Sí.
-Pues tiene el mismo gusto que las vacas.
Me abstengo de opinar sobre esta sugerencia juevera. Núnca tuve mascota y sinceramente, nunca la eché de menos. No por ello dejo de amar a los animales, pero siempre en su habitat natural.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los que no habéis convivido con animales, no lo comprendéis y además yo os puedo entender.
EliminarPreciosa, historia...que aún sigue viva en tu mente y en tu corazón.Me alegro por ello, amiga.
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud por compartir tus sentimientos.
Mi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Esos recuerdos no se borran nunca.
EliminarSon uno más de la familia. No quiero pensar que ocurrirá cuando falte mi Roy. Va a ser un drama familiar. Y yo, pensando egoístamente, me pregunto que cuando falte ¿Quién me va a sacar de paseo a la calle?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, será un drama, así es que vete preparando para ello.
Eliminar.....pero que carita más linda que tiene!
ResponderEliminar...los animales ,lindos compañeros!
un saludo Tracy ;)
Otro saludo cariñoso para ti.
EliminarQue lindo lo que cuentas de ella, te ha dejado un gratísimo recuerdo y no lo dudo, para mí los animales son especialmente hermosos y buenos compinches.
ResponderEliminar:)
Son verdaderos amigos.
EliminarLeí esto y en rato me iré a jugar con mi perro adorable!
ResponderEliminarBesos!
Me pones los dientes largos...
EliminarHa sido muy divertida la tarde conociendo a muchas de vuestras mascotas porque viendo lo que decís de ellas se os conoce un poco mejor.
ResponderEliminarsaludos desde Tenerife.
¿Qué haces en Tenerife?
EliminarA veces pueden ser insoportables en algun momento, pero otras nos dan lecciones a nosotros, de todo tipo.
ResponderEliminarNo recuerdo la insoportabilidad de mi perra, pero puede ser que se me haya olvidado y sólo recuerde lo bonito.
EliminarMe ha encantado conocer a Cuca.
ResponderEliminarSe les quiere tanto ¿Verdad? ...Y nos dan tanto...
Besos
Nos lo dan todo, hasta ejemplo.
EliminarUn beso.
Muy buena tu historia de Cuca.... veo que tenemos algunos pensares parecidos Tracy
ResponderEliminarLos que amamos a los perros nos parecemos en algo siempre.
EliminarMe tranquilizas mucho, al decirme que es algo generalizado.
ResponderEliminarTuvimos una muy similar y era la reina de la casa. Sufrimos mucho cuando hubo que sacrificarla, aún recuerdo su mirada al despedirnos.
ResponderEliminarAsí se llama nuestra perra. Jajaja!
ResponderEliminarA lo mejor no era atea, sino librepensadora.
ResponderEliminarQué bonito recuerdo para Cuca!
ResponderEliminarMuchas gracias por participar. Besos
Una hermosísima historia. Yo creo verdaderamente que nuestros animalitos de compañía son algo más que mascotas, son realmente parte de la familia, y como tales, se integran a nuestra vida con naturalidad y por supuesto con todo su cariño, el mismo que expresamos al recordarles. Lindos recuerdos compartes amiga!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
jeje muy divertidas anécdotas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Supongo que como dices tú, si tanto convives con un animal, ya no lo consideras como tal, piensas que que es de la familia, y esa perrita seguro que lo fue.
ResponderEliminarUn abrazo
Los humanos parcelamos el corazón, los perros siempre tiene las puertas del suyo abiertas.
ResponderEliminarUn abrazo
Tanto cariño se les tiene, que desde luego son uno más en la familia. Cuca ha dejado huella entre vosotros.
ResponderEliminarBesos.
Yo tampoco tuve mascota... bueno, dos hijas pero creo que eso no cuenta... pero entiendo el cariño, incluso la dependencia que se puede llegar a tener con ellas. La magnífica calidad de algunas personas me garantiza y explica la existencia de sus mascotas. Así pues creo entender la relación tan entrañable con CUCA, que por cierto era de armas tomar, algo así como el Pepito Grillo de la familia.
ResponderEliminarBesos
:)
ResponderEliminarY así es....
Son mejores que muchas personas.
Besos, linda.
Tracy, lo de los perritos ladrando a los negritos vendedores de baratijas debe ser genético, porque ya conozco tres casos con el tuyo. La perra de mis amigos, Linda, también ladra fuertemente cuando se acercan a ofrecernos su mercancía. ¿A qué obedecerá esta muestra de racismo?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito homenaje a Cuca. Las mascotas nos dan muchos buenos ratos y satisfacciones, por eso resulta después tan dolorosa su pérdida aunque siempre nos queden los buenos recuerdos, porque en realidad son, cómo tú bien dices, un miembro más de la familia. Un beso.
ResponderEliminarDe los gatos, sí había oído que sus ronroneos son sanadores, pero de los perros no sabía nada.
ResponderEliminarUn beso.
creo que de alguna manera tendemos a "personalizar" a nuestros animalitos, no sé si será del todo bueno, pero sin dudas no por ello pierden su esencia animal.
ResponderEliminarme causa mucha gracia cuando los veo pasear con sus amos/as, los observo, sobre todo a los perritos, y es que le vas encontrando hasta el modo de andar similar. lo que compartes de tu perra Cuca es muy tierno, y no dudo que ella se sentía un miembro más de la familia y como tal debía colaborar y figurar, ¡una ternura!
¡saludos Tracy!
Qué linda historia y qué perra con personalidad!
ResponderEliminarSin duda cada perro tiene lo suyo y ahora que te leo estoy empezando a sospechar que mi perro tiene algo contra los edificios religiosos, pues cuando salimos de paseo pasamos frente a una iglesia y no hay modo de impedir que haga sus necesidades casí en la puerta.
Celebro el recuerdo de Cuca, y si, seguro que somos nosotros quiénes dejamos a veces de verlos como animalitos porque los consideramos parte de nuestra familia.
Un beso!
Emocionante recuerdo. Lo comprendo, tuvimos un perro que tenía mucho que ver, ya le dediqué un jueves hace tiempo.
ResponderEliminarBrillante el final de tu recuerdo.
Querida con lo bueno y lo malo. Una perrita afortunada.
ResponderEliminarUn beso.
Precioso recuerdo
ResponderEliminar¡Qué ternura!
ResponderEliminarme recuerda a nuestro Kevin,
aunque más que pijo era un Tarzán.
Besos