un tema muy atrayente que ha propuesto mi paisano Pepe, si queréis disfrutar leyéndolos, clikar aquí
UN MOMENTO ESPECIAL
El último momento que he vivido como especial, me ocurrió el día que volvía a Córdoba desde Barcelona.
Tenía que coger el tren bastante temprano y mi hija entró a despertarme sigilosamente.
Estaba en el mejor de los sueños, ese en el que se aproxima la hora de levantarte y parecen confluir todos los hados para hacer que el descanso te alimente en esos momentos más que en toda la noche.
Justo en ese instante noté una suave caricia en el brazo y la palabra "mamá", entreabrí los ojos y contemplé la silueta de mi hija con el pelo suelto que se recortaba en la claridad que se filtraba por la puerta entreabierta de la habitación.
Sólo acerté a decir "ya, ya".
Fueron segundos... quizás minutos... no sé... pero en mi estado de somnolencia me pareció que estaba viviendo aquella etapa en la que mi hija era una niña con unos diez añillos y venía a la habitación a despertarme porque necesitaba alguna cosa.
Fue un momento mágico en el que hubo tiempo para preguntarme cómo sucedía eso si mi hija era mayor y ya tenía dos hijos, pero a la vez viví el momento de esa infancia lejana, no lo entendía, pero me recreé en esa imagen tan pura..., tan inocente..., tan definitoria de la niñez...
Tenía que coger el tren bastante temprano y mi hija entró a despertarme sigilosamente.
Estaba en el mejor de los sueños, ese en el que se aproxima la hora de levantarte y parecen confluir todos los hados para hacer que el descanso te alimente en esos momentos más que en toda la noche.
Justo en ese instante noté una suave caricia en el brazo y la palabra "mamá", entreabrí los ojos y contemplé la silueta de mi hija con el pelo suelto que se recortaba en la claridad que se filtraba por la puerta entreabierta de la habitación.
Sólo acerté a decir "ya, ya".
Fueron segundos... quizás minutos... no sé... pero en mi estado de somnolencia me pareció que estaba viviendo aquella etapa en la que mi hija era una niña con unos diez añillos y venía a la habitación a despertarme porque necesitaba alguna cosa.
Fue un momento mágico en el que hubo tiempo para preguntarme cómo sucedía eso si mi hija era mayor y ya tenía dos hijos, pero a la vez viví el momento de esa infancia lejana, no lo entendía, pero me recreé en esa imagen tan pura..., tan inocente..., tan definitoria de la niñez...
Fue un momento tan especial que me hubiera quedado instalada en él, aunque hubiera perdido el tren.
El tren de la vida.
El tren de la vida.
Precioso...P R E C I O S O !
ResponderEliminarBesos,Tracy!!
Muchas gracias Blogos. Un beso.
EliminarAy Tracy qué bonito...
ResponderEliminarMe quedo pensando...porque mis dos mellizos tienen ahora 10 años y vienen a despertarme a la cama...
Mil besos
Sí que fue bonito y sobretodo: mágico.
EliminarJo, que bonito. Cierto es que hay momentos a los que retrocederíamos por su especialidad.
ResponderEliminarPues sí , retrocedería sin pensarlo.un segundo.
EliminarEl subconsciente, a veces, nos hace regalos así de mágicos.
ResponderEliminarBss
Un regalazooooooooo, de verdad.
EliminarBesitos.
Las madres tenemos grabada la infancia de nuestros hijos a fuego, Tracy...Me alegro por ese momento, siempre dicen que el tiempo no existe que todo es presente, ahí tienes el ejemplo, amiga.
ResponderEliminarGracias por compartir y un beso, amiga.
M.Jesús
¡Ay las madres, cómo somos!
EliminarNo lo sueltes, es magia!!! recréate en ella...
ResponderEliminar;-)
Besos, linda.
Magia pura, Eva, magia pura.
EliminarMomentos especiales que guardamos y que alegría nos da que vuelvan!!
ResponderEliminarUn beso.
Pero es tan difícil hacerlos volver, a mí creo que es la primera vez que me sucede algo igual.
EliminarPero no lo has perdido, un beso, ese tren¡
ResponderEliminarAsí que estáte contenta.
El tren no lo perdí, pero el otro tren de esa niñez, sí.
EliminarQue bueno que ese dia el tren, paro en la estación del recuerdo y te permitió vivir ese momento una vez mas!
ResponderEliminarPero paró poco, aunque algo es algo.
EliminarUN momento muy especial, que aun recuerdas y nos haces vivir.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que recordaré siempre la sensación que sentí.
EliminarQue bonitas tus palabras.. momento mágico sin duda..
ResponderEliminarY la foto con que acompañas también me encanta..
beso
La foto es la que nos ha dado para poner el coordinador de los Jueves en esta semana: el amigo Pepe
EliminarLas palabras si son mías y celebro que te hayan gustado.
Me encantó.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Gracias Rosa, un beso.
EliminarPrecioso!!! Tambien yo aveces me quedo atrapada en esos recuerdos y te confieso que quisiera volver a vivir esa etapa en que mi hija era niña.Son cosas de las mamas (creo) porque ahora ella esta casada y esta feliz y por supuesto yo también :) Un abrazo!
ResponderEliminarLo mío más que un recuerdo fue una vivencia , no sé si me sé explicar. Fue precioso.
EliminarTe comprendo, hay momentos que querrías que duraran siempre; pero seguro que lo disfrutaste mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Y al recordar la experiencia lo sigo disfrutando.
EliminarQue bonito y que bien escribes y trasmites
ResponderEliminarBesos y pasarlo genial
¡Hola Carmen!, estás por aquí o ya de vacaciones?.Pásalo bien y disfruta cuanto puedas.
EliminarUn beso fuerte.
Muy bonito, y más si sirve ese despertar para no perder uno en tren.
ResponderEliminarBesos.
Fue tan bonito, que lo de menos hubiera sido perder el tren.
EliminarTe entiendo perfectamente. :-)
ResponderEliminarGracias Javier.
EliminarDulces y añorados momentos, querida amiga. Nosotras recuperamos la niñez cuando vivimos la de nuestros hijos/as y, la volvemos a perder cuando de ellos se aleja...
ResponderEliminarUn abrazo y, ¡feliz verano!!
Llevas toda la razón.
EliminarUn abrazo
Tracy:
ResponderEliminarCuando los hijos son pequeños está uno deseando que se hagan mayores... y luego los añoras.
Salu2 creci2.
Pues sí es como aquello de "está para comérselo" y el "que pena no habérselos comido"
EliminarPuedes vibrar si estas dispuesta a ello, es la actitud la que propicia estos momentos o por lo menos así lo creo yo.
ResponderEliminarA veces, sólo a veces. Justo en esta ocasión poco pudo hacer mi actitud ya que estaba medio dormida.
EliminarEsos recuerdos está, grabados a fuego, nunca nos dejarán, afortunadamente.
ResponderEliminarEs lo que nos queda de lla vida que ha pasado.
EliminarAy que pena me ha dado.
ResponderEliminarNo me cuentes cosas de estas porque me emociono.
Besos.
¿Lo dices de verdad o de cachondeo?
Eliminar¡Cuánta emoción y ternura hay en tus palabras!
ResponderEliminarY como dice Javier aquí arriba, te comprendo perfectamente.
Besos
Me alegro de que me entiendas porque eso hará que disfrutes más, lo que he escrito.
EliminarBesos
¡Qué hermosa sensación debió ser!...quizás el alma no envejezca y seamos, en ese estado espiritual más puro, para siempre niños y así se nos mantenga por la eternidad-
ResponderEliminarUn abrazo
¿Tú crees? ¡qué delicia!
EliminarMe encantó ese momento especial que has compartido. Muy bello y emotivo ha sido imaginarmelo, mi hija es pequeña aún, cumplirá dos años, y sé que crecerá, así que quiero atrapar cada momento antes de que crezca, porque el tiempo pasa rápido.
ResponderEliminarHaces bien, hay que guardar cuando hay, para cuando no haya.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu momento especial "mágico" pero muy real y trascendente Tracy.....
ResponderEliminarMomento mágico, uno más de entre los muchos que los hijos nos proporcionan. Volver aunque sea en una duermevela a los tiempos en que eran pequeños y necesitaban de nosotros nos hace desear que el tiempo se detenga en ese instante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Entrañable, Tracy. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarEs esa sensación de plenitud que no se puede explicar con palabras.
ResponderEliminarGracias por compartir tan bello recuerdo.
Cariños…
Hacer grandes esos pequeños momentos, descubrirlos y darle la mayor importancia es la habilidad que no todas las personas poseen o poseemos. Ésta es la lección que se saca de tus hermosas palabras: aprovecha y asocia esos instantes a situaciones que fueron agradables para volver a sentir la misma delicia.
ResponderEliminarun abrazo
Creo que ese momento significa que has tomado a punto el tren de la vida, ese en que los hijos siguen queriendo a sus padres y tratándoles con amor, aunque ya sean autónomos. Bonito momento. Besos.
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