Ya está cada cosa en su sitio o por lo menos se ha quedado el suelo despejado para pasar de una habitación a otra y los rincones libres de coches y camiones parece que dan más amplitud a la casa.
Hasta hoy parecía la casa de los abuelos del anuncio de la Lotería del Niño.
Pero yo, como a la prota del anuncio, disfrutaba con todo esto.
Echo de menos los, llantos y peleas de los niños, los gritos de su madre llamandolos al orden, los "abuela" pidiendo árnica, las migas de polvorones aplastadas en la alfombra, las huellas de manos con chocolate como si de la misma Atapuerca se tratara, los culetazos de los que han pisado alguna pieza de lego, los baños ocupados, encontrar todos los vasos sucios a la hora de beber agua y esto con la banda sonora del aporreo de la pianola que han traído los Reyes y los olores a caldito de puchero tan reanimador en estas fechas.
Diréis que esto es sólo el atrezzo y los efectos especiales, ¡es verdad!, pero dentro de esta maraña de cosas se mueven los personajes, llenos de vida, de amor, de caricias, de besos, de planes, de ilusiones, de música, de juegos...
Justo eso es lo que convierte la casa en hogar.
Y es desde mi casa tan limpia, tan ordenada, tan silenciosa, sin olores a cocina de la abuela (porque las ensaladas no huelen), pudiendo elegir baño sin problemas... es justo desde donde hoy escribo mis paranoias mentales llenas de ausencias.
¡Mañana será otro día!
¡Mañana será otro día!
Que real y bonito, lo describes tal cual es y es lo mas grande de la Navidad. Esperaremos hasta el próximo encuentro pero no olvidaré lo que has escrito. Gracias por compartir sentimientos.
ResponderEliminarGracias a ti por venir a vivirlos conmigo a través de su lectura.
EliminarEsos vacíos tan ordenados....
ResponderEliminarAy Tracy....
Besos.
Pues sí: ¡¡¡Ay Toro!!!
EliminarComprendo esa imagen que describes de manera tan divertida pero también en el orden, en la ausencia de barullo y de niños con las manos llenas de chocolate por paredes y cortinas, existe un hogar.
ResponderEliminarNo todo es Dickens o Joyce.
No es que existe, es que eso es hogar.
EliminarBesos.
Hola Campanita ! los seres humanos somos así. No solemos valorar los tiempos y la vida VUELA. Entonces quisiéramos tener lo que ya se fue pero esa es la vida.
ResponderEliminar¡Ni modo!... como dicen los mejicanos.
Besos de miel.
¡Feliz sábado !
Falta me hacen hoy tus besos de miel...
EliminarSabes? eso le pasa a mis padres cuando yo me voy...tienen la casa impecable,tranquila y toda para ellos...pero sin los nietos por medio,les falta algo...
ResponderEliminarAyssssss
Un abrazo grande!
Prefiero la VIDA al orden, siempre lo he preferido y ahora aún más insistentemente.
EliminarCada día escribes más bonito y con mayor sentimiento. La descripción de esos momentos es perfecta. Tanto es así que la he vivido contigo al leerte, ahora que las mías han crecido y se ha acabado la magia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan ¿no será que me aprecias cada vez más? y a los amigos siempre se le ven las cosas buenas.
EliminarMe alegra que al leerme te hayas sentido identificado conmigo. Gracias.
jajajaja Que bien has plasmado la casa de una familia joven que vive!!!
ResponderEliminarBesos y salud
Gracias Genín.
Eliminar...........cuando te iba leyendo me imaginaba la casa de mis padres........que bien lo describes......mi madre cuando se van los nietos.........me dice........" me quedo sorda"..........me falta el ruido........las risas......sus peleas.........
ResponderEliminarUn besazo.
Sí, los episodios familiares de historia se repiten a través de los años.
EliminarEn las paredes de tu casa queda el eco de las voces y el aroma de los calditos, para que te acompañen hasta la próxima reunión.
ResponderEliminarAhora un poco de descanso, que también hace falta...
Besos.
No sólo en las paredes de la casa sino en las paredes del alma que es donde te gusta recrearlos.
EliminarY luego como se extrañan !!!!
ResponderEliminarCariños y buen fin de semana!!!!!
Sí, se echan mucho de menos, igual que cuando estaban se echaban de más.
EliminarSí, es cierto, eso es el hogar, justo eso. Me gusta mucho esta palabra. Pero también puedes disfrutar del silencio, del orden, y llegarán pronto, pasa deprisa. Me encantó la descripción, es muy amorosa.
ResponderEliminarUn beso fuerte, con mucho cariño.
Todas las cosas tienen su parte positiva y su parte negativa.
EliminarNo es atrezzo, es como dices. Son las consecuencias de la felicidad :)
ResponderEliminar¡De eso doy fe!
EliminarPor aquí el vendaval también a pasado dejando en nuestros oídos el aporreo al piano del abuelo tocado a 4 manos.
ResponderEliminarBesos hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2015/01/a-partir-de-hoy-seguro-que-comenzas-la.html
Ya te digo... si en todas partes es igual....
EliminarNo te preocupes¡ ya volverán.
ResponderEliminarMi hija y su gata, se van mañana, ay¡¡¡ la de pelos que tengo que aspirar, pero que contenta estoy...es que la gata, me pone delos nervios...no soy de tener animales en casa, pero ya sabes, por los hijos...
Bss
Jajajajaja, lo de la gata es peor y además ni te metas con ella, jajajajajaja
EliminarLa vida misma Tracy, pero una vida llena de amor y disfrute. Ahora los recuerdos acompañando hasta el próximo encuentro. Pero los has vivido!!!!
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, la vida sólo es construir recuerdos para el mañana
EliminarDisfruta de esa tranquilidad, Tracy Besos.
ResponderEliminarParece que ahora toca eso.
EliminarPrecioso lo que escribes. Has descrito perfectamente la conversión de la marabunta en el orden más absoluto. Es decir, la alegría de tu gente y el aburrido silencio. ja,ja, así estoy yo, no hay ni un pelo en las alfombras y el brillo guardado de nuevo en el altillo del armario.
ResponderEliminarSí... es lo que toca.
C´est la VIE!!
ResponderEliminar:)
Mi abuela, decía muchas veces, mientras yo estudiaba en silencio en el comedor ... Ay, Dios, mío, ay. Entrañable tu bloguería de hoy, Tracy, ah, me ha parecido oír un "ay ..."
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