MAÑANA DE SÁBADO

A mí me pasa lo que a la Justicia que aunque cojea, no deja de cumplir con su deber.

Soy como ella, lenta pero segura,

Me programo para hacer todo lo que tengo previsto por la mañana, hago etapas en el itinerario como si fuera la vuelta ciclista a España, para no cansarme. 

¿Me acompañáis?

Primera etapa: de mi casa a la Plaza de La Bolichera, donde tanto bolicheros, como veraneantes, como guiris pasan a darle los buenos días, aunque no sepan muy bien, eso en qué consiste.

Descanso en uno de sus bancos, mientras contemplo el ir y venir de unos y otros de buena mañana.
Allí se desayunan unos churros que levantan toas las tapaeras del sentío, pero que ni los pruebo porque si encima de que no ando, como churros... ¡ni os cuento!
Segunda parada para desayunar en uno de los conocidos Granier, que está al lado del Mercado 

y a comprar fruta, verdura



















 y pescado, mientras me lo arreglan hago la tercera parada

en la Biblioteca a devolver libros y mirar algunas cosillas

Recojo el pescado y  paso por las flores, las gerberas me encantan.

Y la última parada  la vuelvo a hacer en la plaza de la iglesia, pero en el bar, que ponen unas tapitas...
Cuando llego  a casa ¿creéis que he echado de menos la playa? ¡pues no!
Pero el mar mucho, muchísimoooooooooo.
Gracias por acompañarme porque reconozco que ir a mi paso es muy cansado, pero para eso están las paradas: para descansar.
¡Feliz finde!