JUEVEANDO EN VIERNES CON CUENTOS ANTE EL FUEGO

Esta semana nos conduce Inma y la propuesta que nos da está bajo el título de:

 "Cuentos ante el fuego"

Arrimaros aquí si los queréis escuchar.

 

 

 

 

 

Aquel fin de semana  se habían quedado solos en la casa, no les tocaba hacer de canguros con los nietos y el matrimonio vio la

oportunidad de tener una noche de sábado para ellos, dedicándola a aquello que más les gustaba hacer en las noches de invierno: leer al calor de la lumbre de la chimenea mientras saboreaban  una infusión caliente que les ayudaba a desvanecer esos pensamientos negros que revolotean por la mente, cuando el marcador de los años vuela más que corre.

 Lo más importante de estas lecturas era que, cada cual imbuido en su libro, se permitía interrumpir al otro, para leerle en voz alta, algún párrafo que había llamado su atención entablando un diálogo en el que cada cual defendía sus puntos de vista  retrocediendo en el tiempo y el espacio al recordar personas y hechos que corroboraban sus tesis, la mayoría de las veces se enzarzaban en conversaciones tan interesantes que terminaban por cerrar los libros y pasar de un tema a otro como esos gorriones que pican de aquí y allá sin detenerse demasiado en ello.

Esta vez fue él quién llamó la atención de su mujer para leerle con voz queda estas palabras:

-Escucha esta frase: "La vida con su envejecimiento y muerte es demasiado dura para afrontarla a pecho descubierto, sin ningún tipo de drogas, llámense: religión, juego, alcohol...

Ella, interrumpiéndolo, dijo:
-  ...  AMORRRR...

Y mientras la R bailaba en el aire, se acercó a su marido, le cerró el libro y de una forma  zalamera se sentó encima de él y lo acarició cariñosamente con el único fin de alejar de su pensamiento el fantasma de aquellas palabras que él había leído en voz alta.
Enseguida se dio cuenta que era el momento de acabar la frase que había quedado a medias:

- AMOR... y...  SEXO...