SEVILLANAS DEL ADIÓS

"Algo se muere en el alma ,

               cuando una amiga se va"               

 Desde ayer a las 11,30 h. de la mañana, no he dejado de pensar en la letra de estas sevillanas que tantas veces hemos bailado en la Feria,  se me coge  un pellizco en el alma que me duele.

No podía dar crédito al enterarme  de la noticia  tan inesperada. 

                    Menos mal que no te has ido sin despedirte de mí. Esperaste a que solucionara los obstáculos burocráticos que desde el primer día  me impidieron subir a tu habitación a verte, por fin lo conseguí  antes de ayer  a las 11,30 h. colándome sin preguntar. ¿Quién me iba a decir que venticuatro horas más tarde, ibas a dar  el salto a la otra orilla?     

           

"No te vayas todavía, no te vayas por favor"

Pero te fuiste "dejando una huella que no se puede borrar"

El  día  diez, jueves, salimos a dar un paseo por la mañana y a tomarnos un café con un "monjil", tu dulce preferido, estuvimos hablando de las cosas que llevamos en los bolsos, incluso me enseñaste tu diario y me leíste alguna página. 

Al jueves siguiente, el día diecisiete,  fui a llevarte unas naranjas a tu casa y me enteré que esa misma mañana te habían hospitalizado, no daba crédito, nadie me cogía el teléfono y empecé a hacer las indagaciones para ir a verte, lo demás  ya lo he contado.

Hoy jueves, día 24, ya estás haciéndole compañía a tu madre y aquí tu familia y tus amigos todavía no nos hacemos a la idea de que te hayas ido tan deprisa. 

En la despedida uno de tus hijos, arrancó una rosa de una de las coronas y me la dio, nunca se lo agradeceré suficiente.

Te echaré de menos aquí y en la playa, no sólo yo, sino mis hijas y mis nietos para quien eras otra "abuela" que le daba dinerillo para chuches cada vez que iban a verte cuando venían de Bcn.

¿Sabes quien también te echarán de menos? los vendedores del Mercadillo del Inglés y los vendedores ambulantes de piel de ébano y aquellos a los que iban a parar las monedas que todos los días preparabas  al salir de casa para regalárselas.

También preguntarán por ti tus libros, tus crucigramas y tu diario

Nosotros echaremos en falta tu amena conversación y esos dichos tan tuyos como:

"Don Creique y Don Penseque, hermanos de Don Tonteque"

"Ese vacío que deja esa amiga que se va,

es como un pozo sin fondo que no se vuelve a llenar"

¡Hasta siempre amiga!