Cuando esto sucede, lo mejor es irse a tomar el té fuera de casa a un lugar tranquilito
Sí, lo habéis adivinado, ese es el título de uno de los libros que he leído este verano, en un momento que mi casa estaba llena de gente y eso fue lo que me motivo a elegirlo, a pesar de no haber oído hablar de su autora, Mariana Sández, periodista bonaerense, aunque vive en Madrid.
He de decir que me ha gustado conocerla y leerla,
eso sí, fuera de casa, frente al mar y saboreando una taza de té, porque la casa está imposible.
En la obra se hacen algunos planteamientos en los que creo a pie juntillas:
"Los vecinos nacieron para ser vecinos, no familia, gente al otro lado de la puerta"
"Todas las familias felices se parecen, pero las desgraciadas , cada una lo es a su manera"
El sentido del humor siempre está presente en el libro: "El "hubiera" es el tiempo verbal del pelotudo". Aunque también utiliza la sensibilidad, como cuando al hablar de las fotografías, dice; "Hay fotos en las que quién las hace, te roba el alma"
Y la seriedad al hablar de sus padres...
"Me asomo al pasado y veo que mi madre (mi padre), no lo hizo mal, lo hizo a su modo, que es uno de todos los posibles. Es uno auténtico. Lo mismo espero que tú (su hija), pienses de mí"
Sigo degustando mi té de los martes, os invito a que os sentéis y comentemos.
Delicioso té con vistas al mar y una buena lectura. Me encanta que sigas con el té de los martes. Gracias, Tracy. Bonito día para ti. Besos
ResponderEliminarDe los tés de Princesa Nadie, sólo quedó yo. Soy fielhssta el final.
EliminarVoy para allá!!
ResponderEliminarAquí estoy.
EliminarNo he conocido aún a un argentino que no tenga algo de psicólogo, de psicoanalista o de psiquiatra y esta autora, parece que algo de ello también tiene.
ResponderEliminarSaludos
Seguramente....
EliminarMe alegro que pudieras disfrutar del libro. Besos
ResponderEliminarPor una cosa u otra, los libros siempre se disfrutan. Besos
EliminarPues me has dado muchísima curiosidad por este libro.
ResponderEliminarBesitos.
Pues ya sabes que tienes que hacer para saciarla...
EliminarY ahí está el libro con sus hojas entreabiertas para saber que ya fue intervenido y ahí está el labial en la taza de té para saber que ya fue saboreado, y la vida sigue siendo maravillosa, un abrazote Tracy!
ResponderEliminarHuellas que van dando cuenta de tu vida.
EliminarQue cierto es eso de que los vecinos son vecinos y no familia. Yo he tenido vecinos de décadas y, manteniendo una muy buena relación, no creo haber estado nunca en su casa. Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
ResponderEliminarFelices tés.
Amén.
EliminarEso, lo de cada uno en su casa y Dios en la de todos.
ResponderEliminarHay que llevarlo a efecto siempre
EliminarMe encantaría, quizás lo haga algún día, quizás diez, quin ce o más años, allá me presento y te acepto esa charla y ese te o café sentados frente a ese mundo excepcional que nos muestras.
ResponderEliminarLargo me lo fiáis, amigo Sancho...
EliminarNo creas, el pensamiento es eterno.
Eliminar¡Ah! para usar el pensamiento no hace falta esperar tanto
EliminarSou um grande fâ de chá. Bebo todos os dias.
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos. Feliz semana.
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Poema: “ Coração sem ser regado acaba por … “
Ambos pertenecemos a la sociedad de los teteros.
EliminarCada familia es un mundo, los vecinos al otro lado de la puerta, el té con calma.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarA veces es agradable escuchar en la escalera como los vecinos suben y sabes que no estas solo en el edificio, pero sin interferencias directas.
ResponderEliminarLas interferencias nunca son buenas.
EliminarSiempre que se tenga a donde escapar del gentío con un buen libro y la taza de té, es ganado cualquier reto y se puede decir enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
También lo creo yo.
EliminarBuenos pensamientos tengamos... Y las consiguientes acciones!
ResponderEliminarAbrazo Tracy.
Amén.
EliminarCon una buena novela, no parece que exista gentío ni nada que estorbe.
ResponderEliminarUn abrazo, Tracy