JUEVEANDO CON UN DESCUBRIMIENTO

 Hoy se estrena Marcos en la conducción de los Jueves. Te deseo que la disfrutes.

Nos ha propuesto un viaje en el que llevemos a cabo un descubrimiento, y nos da ciertas ideas para que nos sirvan de guía, tanto en descubrimientos como en imágenes.

Los viajes los podéis seguir en SU BLOG

¡SUERTE MARCOS!

La imagen escogida:

(Persona perdida en lugar inhóspito)

A fuerza de buscar a la niña que fui, la encontré.

  Hubo un tiempo que le perdí la pista, pero la verdad es que ni la busqué, porque en realidad no la echaba de menos. ¡Qué triste!

Fue hace ya algunos años que la eché en falta y pensé: 

- ¿Que habrá sido de aquella chiquilla tan alegre y alborotadora que siempre estaba cantando y bailando? La tengo que encontrar.

Y me puse a la tarea.

 Me ayudó mucho mi gente, a todos les estoy muy agradecida, pero fui yo quien quise meterme sola en la maleza que se había apoderado de mi interior y apartando la hojarasca , empecé a buscarla con ahínco. Quería encontrarla estando sola y ver las reacciones que provocaba ese encuentro en ambas partes.
Por fin apareció.

Justo en el momento y gracias a una persona que no era de nuestra sangre y que a ti no te había conocido, ella fue la que produjo precisamente el milagro: sus palabras, su cariño, mi agradecimiento hizo que esa niña cada vez se sintiéramos  más cómodas la una con la otra. Desde entonces no la dejo un momento fuera de mis planes: la saco a pasear, le comento lo que escribo y lo que leo, medito con ella y me acompaña por todos los recovecos de mi alma donde estuvo todos estos años refugiada pero alerta de mis andanzas. Estoy feliz y cuando hay algo que me hace sufrir, es curioso, siempre viene ella a mi rescate y con su inocencia de niña me ayuda a ver con claridad meridiana que aquella preocupación no tiene razón de ser porque ha nacido muerta.

Qué agradecidos tenemos que estar, a esos lazarillos que nos encontramos en el transcurrir de nuestra vida y que nos ayudan, aún sin saberlo ellos, a cruzar al otro lado para que no nos atropelle la vida.