ÉRASE UNA VEZ...

un barrio de pescadores que se llamaba Los Boliches.  Su nombre venía de unas pequeñas barcas que se usaban para pescar, llamadas "bolichitos". Se ven en la playa, al fondo el castillo de Fuengirola, pueblo al que pertenecen Los Boliches, como barrio, aunque tiene personalidad propia.

 Eran otros tiempos, sólo hay que echar un vistazo a esa playa sin construcciones y a esos hombres de la mar

              faenaban bajo un sol de justicia, para sacar las redes y  poner las barcas a buen recaudo.

El tiempo pasaba lento y los viejos pescadores, jubilados del trabajo pero no del gusanillo marinero, tomaban el sol junto a las barcas con la mirada perdida en el horizonte, recordando quizás aquellos tiempos en los que ellos salían a la mar sin tregua, ni descanso.

                                 (fotos antiguas expuestas en la freiduría "El Choco" de Los Boliches)       
    Me gustaría saber qué pensarían aquellos pescadores, si vieran que sus humildes casas desparecieron,

                            y que sólo quedan algunas como reliquia para certificar que existieron,

                        porque resulta difícil de creer, cuando vemos estos enormes gigantes de hormigón

      ocupando hoy el lugar de esas casitas de antaño y haciendo una barrera inexpugnable ante una playa,

                                  que tampoco tiene nada que ver con la playa de aquellos años

   Menos mal que el mar sigue estando ahí, brindando su espectacular imagen a todo aquel que lo contempla.

                  Ni que decir tiene que yo me siento "bolichera" por los cuatro "costaos".                                                                                             ¡¡¡Feliz fin de semana!!!