Hoy retomo estas conversaciones que inicié en años pasados durante el verano, aquí os dejo la última y ella os llevará a las anteriores, por si queréis echarles un vistazo:
- Esta noche no he pegado ojo, me ha dado una llantera Pablete… que ni te cuento.
- ¿Otra vez con la Otitis?
- No, esta vez ha sido “Cojonitis”
- ¿Por...
- Porque anoche se acostó con el capricho de querer dormir con la abuela, y la abuela se había ido con unas amigas a cenar y no estaba en casa, así es que se quedó dormido a fuerza de llorar y se ha despertado con la misma petera, berreando si tenía que berrear.
Probé a tocar todas las cuerdas posibles: le enseñaba el agua, por si tenía sed….
- ¡Buahhhhhhhhhhhhh!!
- Le hice un biberón, al enseñárselo, casi me lo tira al suelo de un manotazo…
- ¡Buahhhhhhhhhhhhh!
- Pero… ¿qué quieres? - le decía, como si me entendiera.
- Le descorrí la cortina y le enseñé que aún era de noche
-¡Buahhhhhhhhhhh!
- ¡¡¡¡Qué horror!!!! ¿le dolería algo?
- ¡¡¡Los “güevos”, Macarena, los “güevos”, eso era lo que le dolía.
- ¡¡Y no tiene el año… verás cuando crezca…!
- Ahí no acaba la cosa: lo cojo en brazos y el niño sin parar de llorar, me voy para la terraza…
- ¿Para tirarlo por el balcón?
- Ganas no me faltaban, pero no, le enseñé la Luna y le canté una cancioncilla de los Lunis que me inventé sobre la marcha para decirle que los Lunis estaban durmiendo. El puñetero niño sobresalía con sus berridos por encima de los míos.
- ¡Qué desesperación! ¿Hasta cuando te duró la fiesta?
- Hasta que llegó mi madre, el niño la oyó y las lágrimas se convirtieron en risas, le echó los brazos y ya no hubo niño en lo que restó de noche.
- Pues menos mal que tu madre estaba aquí y no en Sevilla… -
-Eso pienso yo, ¿Qué va a pasar cuando se vaya mi madre?
- Bueno ya estará aquí Pablo y te echará una mano.
- ¿A qué? ¿a estrellar al niño?, eso lo puedo hacer yo sola.
- ¿Otra vez con la Otitis?
- No, esta vez ha sido “Cojonitis”
- ¿Por...
- Porque anoche se acostó con el capricho de querer dormir con la abuela, y la abuela se había ido con unas amigas a cenar y no estaba en casa, así es que se quedó dormido a fuerza de llorar y se ha despertado con la misma petera, berreando si tenía que berrear.
Probé a tocar todas las cuerdas posibles: le enseñaba el agua, por si tenía sed….
- ¡Buahhhhhhhhhhhhh!!
- Le hice un biberón, al enseñárselo, casi me lo tira al suelo de un manotazo…
- ¡Buahhhhhhhhhhhhh!
- Pero… ¿qué quieres? - le decía, como si me entendiera.
- Le descorrí la cortina y le enseñé que aún era de noche
-¡Buahhhhhhhhhhh!
- ¡¡¡¡Qué horror!!!! ¿le dolería algo?
- ¡¡¡Los “güevos”, Macarena, los “güevos”, eso era lo que le dolía.
- ¡¡Y no tiene el año… verás cuando crezca…!
- Ahí no acaba la cosa: lo cojo en brazos y el niño sin parar de llorar, me voy para la terraza…
- ¿Para tirarlo por el balcón?
- Ganas no me faltaban, pero no, le enseñé la Luna y le canté una cancioncilla de los Lunis que me inventé sobre la marcha para decirle que los Lunis estaban durmiendo. El puñetero niño sobresalía con sus berridos por encima de los míos.
- ¡Qué desesperación! ¿Hasta cuando te duró la fiesta?
- Hasta que llegó mi madre, el niño la oyó y las lágrimas se convirtieron en risas, le echó los brazos y ya no hubo niño en lo que restó de noche.
- Pues menos mal que tu madre estaba aquí y no en Sevilla… -
-Eso pienso yo, ¿Qué va a pasar cuando se vaya mi madre?
- Bueno ya estará aquí Pablo y te echará una mano.
- ¿A qué? ¿a estrellar al niño?, eso lo puedo hacer yo sola.
Caray...si que eres imprescindible en la familia...cuanto te quieren!!!bss!
ResponderEliminarYo tampoco he pegado ojo, pero por algo más cabreante. Es verano, ventanas abiertas, dos de la madrugada, me despierta una conversación telefónica de una mujer joven (vecina) que su pareja la ha dejado, los intentos y lloros de ella para atraerlo eran a voz en cuello, una hora de conversación, dudo que lo haya conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me he reído , me he sonreído y he pensado en que has contado , maravillosamente contado, una faceta muy real de como pueden ser las cosas.
ResponderEliminar¡Siempre supe que eres genial!
un beso.
Jajajajaja
ResponderEliminarJajajajajaja....... Buenisima!!!
ResponderEliminarUynsssss, ese niño cuando crezca.
ResponderEliminarY si, así son los chicos.. aunque reconozco que tuve suerte con los míos ya que nunca pasé una noche en vela por ninguno.
ResponderEliminarUn saludo y yo quiero un lugar en esa playa :)
Hola Tracy! disfruto siempre de tus historias tan espontáneas y frescas de la vida misma...... y de tu té y de esa peli y sardinas en la playa!!! Y qué bonito tu Pol!!!
ResponderEliminarBesos, Gloria.
Todo de lo que se charla bajo una sombrilla, hay cada diálogo que ni te cuento.
ResponderEliminarBesos.
¡jajajajaja muy bueno, Tracy! y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
ResponderEliminarBesos
jejejej!...A veces dan ganas!!!
ResponderEliminarBeso
¡Vaya nochecita, jaja!
ResponderEliminarTreisi, de esos avatares sólo podemos hablar los que somos "abueletes", y por supuesto los que somos tolerantes, serviciales y queremos lo mejor para nuestros hij@s, osea, padres de nuestros nietos, pero sarna con gusto, no pica,! pero sin abusar eh¡ besotes "bolichera", te decía en el comentario que eliminé sin querer, que otro año, si puedes vayas a ver el acto a la virgen del carmen pero en las playas de el palo, chao..
ResponderEliminarEs normal que escriba lo que escribo...
ResponderEliminarBesos.
Jajajajajaja, que secuestre a la abuela!!! Es urgente!!! jajajajaja.
ResponderEliminarJajajaja, wevitis?
ResponderEliminarMadre mia! que desesperación!
La verdad es que a veces les da por ponerse tontos, menudos antojos nocturnos se gastan ya de pequeños.
A cabezoneria no les gana nadie.
Tan real como la vida misma.
Besitos mediterráneos.
Je, je, recuerdo conversaciones sombrilleras de otros años, menos divertidas que ésta.
ResponderEliminarAy, las abuelas, qué tendréis!!
Besos
Conversaciones a la luz del sol.
ResponderEliminarUn beso.
Esas conversaciones llenas de realidad con algo de ironía y sentido del humor, como la vida misma, espero que esteis de vacaciones en un bajo, ( por el bien de Pablete) bsss.
ResponderEliminarHola Tracy...me encantó esta conversación tan amena...es refrescante y delicioso leerte, te felicito con un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPobre criatura.
ResponderEliminarBesos.
Por favor, qué risa me has hecho pasar, si es que es otro latir de corazón, hija, otro latir, ja ,ja... Bss
ResponderEliminarCorrecaminos, que exagerá que eres! Está muy bien la historieta, por muy inventada que esté y por una abuela. En fin, que no hay para tanto. Debes de ser una de esas abuelazas de las que los nietos quieren para sí. Pobrecilla! Paciencia!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.