que siempre se celebra durante el fin de semana, ya que generalmente coincide con día lectivo y el homenajeado y sus compis están en el cole.
Nunca había imaginado el follón que se puede llegar a formar.
Para mí ha sido una nueva experiencia, empezando por la lista de invitados que como es lógico la debe hacer el cumpleañero, pero que, como si de una boda se tratase, entran en juego los amigos de los papás, aquellos compañeros que hay que invitar porque antes invitaron al anfitrión, en fin... si a esto se une que al ser pequeños las invitaciones están sometidas a vaivenes de peleas de patio de recreo de última hora... la cosa se complica aún más.
Todo esto ha quedado atrás cuando llega el día de la fiesta.
Nunca había imaginado el follón que se puede llegar a formar.
Para mí ha sido una nueva experiencia, empezando por la lista de invitados que como es lógico la debe hacer el cumpleañero, pero que, como si de una boda se tratase, entran en juego los amigos de los papás, aquellos compañeros que hay que invitar porque antes invitaron al anfitrión, en fin... si a esto se une que al ser pequeños las invitaciones están sometidas a vaivenes de peleas de patio de recreo de última hora... la cosa se complica aún más.
Todo esto ha quedado atrás cuando llega el día de la fiesta.
Los preparativos empiezan pronto para que esté todo preparado para recibir a los ilustres invitados,
La mayoría llegan "motorizados" y hay que habilitar un espacio que sirva de parque móvil, aunque sea en un lugar tan noble como es la biblioteca,
Empieza el refrigerio de chuches de todos los tamaños y colores, para finalizar con la tarta que es esperada con impaciencia para apagar las velas y cantar el "cumpleaños feliz"
Luego viene la entrega de regalos, el arremolinarse alrededor de ellos para poder verlos y el despiporre de juegos por toda la casa a pesar que en esta ocasión que yo presencié, no hubo ni si quiera una discusión
Esta historia se hubiera acabado aquí, si no fuera porque el verdadero día del cumple, la historia vuelve a empezar, esta vez con la familia.
Al final quedamos como este puerco espín exhausto y con los ojos en blanco.
Es la dinámica en la que nos ha metido el consumismo, valiéndose de los seres más influenciables de la casa.
Uf, qué estrés, por fortuna, todo salió estupendo y el cuerpo espín me encanta.
ResponderEliminarPues sí, hija, sí.
EliminarMe parece una fiesta de cumple más o menos tradicional, del estilo a las que hacía yo cuando era pequeña. En la ciudad donde vivo se celebran de un modo mucho más consumista, con invitaciones siempre a una sala de juegos, que cuesta un ojo de la cara, y montones de invitados con montones de regalos. Hace unos años decidimos en el colegio de mi hijo que era una locura, y empezamos con los cumpleaños trimestrales. Cada trimestre un día se celebra en una sala de juegos el cumpleaños de todos los niños de ese trimestre. Cada padre paga la merienda de su hijo, sea cumpleañero o no, y los propios padres compran un único regalos a su hijo, con un máximo de dinero fijado. Normalmente nos ponemos de acuerdo para que sea lo mismo o parecido para todos los niños. Esto parecía solucionar muchos problemas, de niños que eran excluídos sistemáticamente, de dinero, de exceso de regalos... Pero poco a poco ha traído otros. Hay padres que no se conforman con el cumple trimestral y hacen otras celebraciones de su hijo con otros niños del cole, lo que ya da lugar de nuevo a exclusiones, a peleas y a problemas, y a dobles celebraciones, con dobles regalos... En fin, creo que está mucho mejor esto de la merienda y los juegos en casa a la manera tradicional.
ResponderEliminarTe he soltado un rollo hoy. Besos.
Lo del consumismo creo que es en la próxima etapa, ahora son pequeños aún.
EliminarPor lo visto en el cole de mi nieto también se hace como tú dices: los padres de los niños que cumplen años en el trimestre se encargan de la fiesta, pero esto no te exime de celebrar el cumple privadamente y eso qu me he dejado atrás la tarta que hay que llevar a la clase el día del cumple.
Un abrazo.
Así son los cumples, a veces es en casa y otros en lugares especificos, con cuentacuentos y juegos para los peques mientras los papis y abuelos tomamos un refrigerio y el doblete en casa con la familia. Lo has contado estupendamente, tal cual. Felicidades con retraso para el peque.
ResponderEliminarMe imagino que eso sucederá cuando crezcan un poco más.
EliminarBesos a montones.
Tracy, yo ya los he disfrutado en todas sus variedades. Una de las cosas que he organizado eran gyncanas, sí, gyncanas en la casa (la última vez pusimos pistas hasta en la calle!!) Y se lo pasan genial!!...Luego la merendola alrededor de la mesa, luego los regalos...tengo la suerte de que la clase de mi hijo está muy bien avenida...No hay discusiones. Pero, desde luego, la decoración de tu mesa es una maravilla!!!
ResponderEliminarfelicidades para ti también.
Besos,
Mira lo de la Gyncana es una buena idea para otro año.
EliminarRecuerdo haber asistido a alguna fiesta cumpleañera infantil y pensé que estábamos criando monstruos.
ResponderEliminarEl niño recibía regalo tras regalo de un montón de niños, y claro, llegaba un momento en el que apenas miraba ya ni lo que le regalaban.
Quitaba el papel de regalo, breves segundos de atención, y a por el siguiente regalo, y así sin parar.
No es normal.
Besos.
Eso se ha subsanado porque ahora se compra un solo regalo entre todos, con lo cual si se caga, se caga de verdad.
EliminarDesde luego que es así, pero al final todo se olvida cuando ver esa carita con los labios arrugados, soplando las velas, !lo que no se haga por ellos!...
ResponderEliminarPues sí, si no fuera por eso....
EliminarPor eso, y después de pasar por la experiencia, se traslada el próximo cumpleaños a los locales al efecto, y de mayorcitos al Burguer.
ResponderEliminarEllos mismos van pidiendo los cambios, se va corriendo la voz y al final todos son cumples cortados por la misma tijera.
EliminarTotalmente cierto y he de añadir que la culpa la tenemos los mayores...sin embargo, es tan difícil eludir esa felicidad a raudales que los niños sienten por toda esa parafernalia!
ResponderEliminar:)
Tremendo.
Besos.
No te digo que no, pero cuando entras en esa dinámica, no hay nada que hacer.
EliminarImagínate yo que tengo tres...
ResponderEliminarBuen sábado y un beso!
Ponte en plan Zen y a disfrutar.
EliminarBuf, Tracy, lo recuerdo muy bien, creo que nos pasamos. Era muy bonito celebrarlo todos juntos, pero cuando llegaba la hora de los regalos, me ponía enferma. Al final, decidimos que solo un regalo pequeño entre todos y suficiente, no aprenden a valorar lo que tienen de otra manera.
ResponderEliminarUn beso fuerte, Tracy. ¡Feliz día!
Eso es lo más bonito de una fiesta de cumple, el ser un motivo para reunir a la familia.
EliminarEl mes pasado "cumplí" 6 y 2 en la misma fiesta. Terminé el "doble" de cansada.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades con un mes de retraso, pero con el mismo cariño que si lo hubiera hecho en ese día tan señalado.
EliminarComo te entiendo!!! me hiciste recordar los cumple de mis hijos, que por suerte ya están grandes, un caos en toda la casa. Ahora esta el de mi nieto, pero por suerte a ese solo lo disfruto jaja.
ResponderEliminarCariños....
Esa es la suerte de los abuelos y hay que disfrutarla.
EliminarPues tienes razón pero ¿y lo felices que son? Eso ya hace que todo merezca la pena, no? Besotes!,
ResponderEliminarGracias por corroborar que llevo razón.
EliminarLa mesa resulta encantadora así puesta :) Tuvo que encantar la fiesta a los pequeños jaja.
ResponderEliminarFelicidades al homenajeado! :)
Un abrazo
Gracias Natalia, qué suerte verte por aquí.
EliminarPobre erizo, parece tenso con esas extrañas puas que le habéis colocado y pelín empachado de lacasitos pero se le nota feliz.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Los lacasitos siempre deben estar en abundancia para que no haya peleas por ellos.
EliminarMe gusta como lo celebran en Venezuela, con una piñata, son muy divertidas :)
ResponderEliminarBesos y salud
También por aquí, pero en un piso es complicado porque pueden convertir en piñata todo lo que encuentren a su paso.
EliminarYa me pasó esa etapa de los hijos que traen a casa a sus amigos, pero no me importaría volver atrás y preparar ricas meriendas.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no tengas "mono", te puedes ofrecer para ayudar a los que están en esa etapa, te lo agradecerían.
Eliminar¿Quién los vive con más ilusión, los padres o los niños? Pero claro, luego viene el "después" (como casi en todo) :)))
ResponderEliminarBss
Los abuelos, para los que ya no hay "después", aunque en este caso si lo hubo.
EliminarMe encata el puerco espín e imaginar la emoción (los gritos, las risas) de los chicos con cada paso de la dinámica de su fiesta.
ResponderEliminarBesos! y feliz fin de semana.
Es monísimo y sobre todo lo bueno que estaba.
EliminarHay que haberlo vivido para saber lo que es. En cantidad todos tienen que recibir lo mismo, pero en teoría, porque a este no le gusta eso, al otro no le gusta aquello, el de allá es alérgico a -cualquier cosa-, algunos son predadores, otros son tímidos. Pero hay algo que todos tienen en común y es una extraordinaria capacidad de hacer ruido. A pesar de todo resulta entretenido, creo que es todo un espectáculo que alegra la vida, ver a un conjunto de niños pasándola bien, felices. Un solo inconveniente tienen estas celebraciones, que una vez terminadas hay que limpiar y ordenar, tarea nada feliz y que te deja las baterías en cero.
ResponderEliminarPues eso es lo que decíamos antes, que el después es terrible.
EliminarClaro que sí, lo que sucede es que yo escribí mi comentario cuando ni habia nada, por eso da la impresión de que estuviera repitiendo.
EliminarYo creo que las fiestas las hacemos nosotros, y nadie más que nosotros es responsable de lo que sucede. Si no nos atrevemos a hacer una fiesta sencilla porque "los demás" las hacen en grande, estamos dejándonos llevar por lo que piensan los demás y no por nuestras propias convicciones. Nadie está obligado a gastar un dineral por "el que dirán", a menos, claro, que el que dirán gobierne nuestras vidas. Yo he visto siempre, con contadas excepciones, que los niños lo que aprecian realmente en una fiesta de cumpleaños es la presencia de sus amigos, es su mejor regalo. Somos nosotros, los adultos, los que le vemos el precio a todo. Es por eso que decía que celebrar el cumpleaños vale la pena, no por los regalos que lleguen y su valor, sino por el espectáculo que significa ver a un montón de niños corriendo, saltando, gritando, disfrutando de su mutua compañia.
Jaja tal cual
ResponderEliminarTe rías, señal que lo has padecido en tus carnes.
EliminarEs agotador pero tan bonito!! En el primer cumpleaños del chiquitín fuimos más de veinte y la verdad es que yo estaba agobiada sólo de pensarlo. Sin embargo al final todo salió genial y mereció la pena ver disfrutar al niño. Abrazo!
ResponderEliminarSí el disfrute de ellos es el tuyo, así es que...
EliminarNo nos cuentas nada sobre cómo quedó el suelo...jejeej! pero vale la pena, ellos recordarán esos momentos
ResponderEliminarBesoss
No lo cuento para que echéis a volar vuestra imaginación, seguro que no llegáis a la cruel realidad ni con mucho.
ResponderEliminarSe empezó con las bodas, siguieron los bautizos, luego lsa comuniones y ahora los cumpleaños. El caso es no parar, metiéndonos alegremente en un "tourbillon" consumista, que alguna vez tendremos que parar.
ResponderEliminarDicho esto, seguro que el próximo cumpleaños, TODOS volveremos a hacer los mismo.
Un abrazo.
En mi familia lo de los regalos siempre ha sido lo de menos. ¡Las risas, la merienda y la tarta no!
ResponderEliminarAinsss me he enamorado del erizo! <3
Besos
Hayyyy recuerdo como quedaba la casa despues de cada cumple!!!!!
ResponderEliminarPor suerte ahora hay infinidad de lugares donde puedes realizarlosy estan equipados con una cantidad de elementos que atraen a los niños,incluido animacion.
Espero te recuperes del trajin!!!!!!!!!!!!
Cariños
Acabo de celebrar el cmple de mi hija que fue ayer, 14 de febrero. Este año hemos "desinvitado" a dos de las niñas que solían ir porque ya no son amigas de Silvia, y es un corte, la verdad, para las niñas y de cara a los padres, pero....... es verdad, que si no lo haces las cosas se desmandan, porque las amigas van cambiando y se invita a otras que han entrado en el "círculo" de amigas. Es un rollo tanto regalo además!
ResponderEliminarbesos
alegrías de los cumples infantiles, que si se celebran doblemente, doble alegría dan.
ResponderEliminarSe nota que ha sido lindo, a pesar del cansancio de la organización...
ResponderEliminarSon bonitos momentos, para el recuerdo..
Hoy los cumpleaños son un martirio y una fábrica de regalos que ni siquiera los niños saben aprovechar a su justa medida.
ResponderEliminarTienen tanto y tan de todo que no saben apreciar ya el valor de las cosas.
Parecen comuniones...
En fin.
Bss.