Y yo pienso que esta idea que se la ha ocurrido a Maribel, es muy difícil porque no sólo consiste en relatar una vida insípida, sino en sacarla de su insipidez. Eso que es casi imposible en la realidad, imaginad en la ficción lo que salga lo podéis ver en: http://annabelli67.blogspot.com.es/
UNA VIDA INSÍPIDA
Me gustan las comidas condimentadas con sal y especias que me hagan deleitarme con los matices que se desprenden de su sabor. Con la vida me pasa igual le pongo sal y pimienta para que resulte más atractiva y sugerente deglutirla, por eso me cuesta trabajo pensar que existan personas que lleven una vida anodina y no se decidan a poner los medios para disfrutarla cada mañana que se asoman al nuevo día.
¿Quién nos puede asegurar que aquellas personas que creemos que llevan una vida insípida, realmente la lleven así? lo mismo disfrutan con ese tipo de vida igual que hay quién disfruta comiéndose una patata cocida sin sal.
Todos en mayor o menor medida procuramos condimentar nuestros días consciente o inconscientemente como terapia de supervivencia.
Como aquella chica que solo iba del trabajo a su casa y de su casa al trabajo y comentaba:
- "Estoy tan a gusto en mi casa... que no me apetece salir, disfruto leyendo, decorándola con mil detalles, ordenándola, escuchando música...
-Pero eso no se lo llevan, cuando regreses de tomar unas copas, de ir a un cine, de un viaje... tu casa te estará esperando.
- Es tiempo que le quito a ese disfrute que tengo garantizado.
- ¿Y en el trabajo también disfrutas, porque echas más horas que un reloj?
- Más que en mi casa porque ¿sabes qué pasa? que me estoy tirando al jefe y eso me da una vidilla..."
¡¡¡Quién me lo iba a decir a mí y yo pensando que tenía una vida insípida!!!
UNA VIDA INSÍPIDA
Me gustan las comidas condimentadas con sal y especias que me hagan deleitarme con los matices que se desprenden de su sabor. Con la vida me pasa igual le pongo sal y pimienta para que resulte más atractiva y sugerente deglutirla, por eso me cuesta trabajo pensar que existan personas que lleven una vida anodina y no se decidan a poner los medios para disfrutarla cada mañana que se asoman al nuevo día.
¿Quién nos puede asegurar que aquellas personas que creemos que llevan una vida insípida, realmente la lleven así? lo mismo disfrutan con ese tipo de vida igual que hay quién disfruta comiéndose una patata cocida sin sal.
Todos en mayor o menor medida procuramos condimentar nuestros días consciente o inconscientemente como terapia de supervivencia.
Como aquella chica que solo iba del trabajo a su casa y de su casa al trabajo y comentaba:
- "Estoy tan a gusto en mi casa... que no me apetece salir, disfruto leyendo, decorándola con mil detalles, ordenándola, escuchando música...
-Pero eso no se lo llevan, cuando regreses de tomar unas copas, de ir a un cine, de un viaje... tu casa te estará esperando.
- Es tiempo que le quito a ese disfrute que tengo garantizado.
- ¿Y en el trabajo también disfrutas, porque echas más horas que un reloj?
- Más que en mi casa porque ¿sabes qué pasa? que me estoy tirando al jefe y eso me da una vidilla..."
¡¡¡Quién me lo iba a decir a mí y yo pensando que tenía una vida insípida!!!
Vaya con la mosquita muerta... lo bien que se lo pasa.
ResponderEliminarBesos.
Por eso, nunca sabemos quién lleva una vida insulsa, ¡qué sabe nadie!
EliminarJjajjajajajajja
ResponderEliminarVaya con la insípida...
Aunque eso de tirarse al jefe...mal asunto...
Bssssssss
Ya lo dice el refrán.... donde comas...
EliminarLas personas somos sorprendentes y hasta lo más insípido en apariencia, el modo de vivir la vida aparentemente sin alicientes, puede ser algo sorpresivo en el fondo.
ResponderEliminar:)
Besos.
¡Pues claro!, Por eso era tan difícil
EliminarPero cuenta, cuenta, como es el jefe, que edad tiene, es apuesto, le hace regalos, tiene hijos, lo comparte con otras compañeras…
ResponderEliminar¡Qué cotilla eres!, se dice el santo pero no el milagro.
Eliminarjejejeje, muy buen final...
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado.
EliminarSì que se le fue la mano con la sal. Uno ve cara y no corazones. En cuanto a vos.... sí que sos salerosa y es lo mejor que se puede hacer con la vida: buscarle la vuelta y disfrutarla!!!
ResponderEliminarbesos
Gracias por las cosas bonitas que me dices y un abrazo.
EliminarBueno, sin dudas todo está en el cristal con que se mira. Jajaja! por suerte la vida va de acuerdo al paladar de cada uno. Me lo estoy pensando bien Tracy, de acuerdo a lo que expones, que para muchos debo de ser una insípida fatal ya que no soy de mucho salir, me gusta la tranquilidad de mi casa, pero más aún, la posibilidad de poder recrearme tanto escribiendo como pintando o leyendo... y ciertamente, no es algo que suene apetitoso a todo el mundo.
ResponderEliminarMuy bien expuesto amiga!!
Besos!
Gaby*
¿Y con el jefe ... qué tal?. jejejejeje es broma.
EliminarUn beso.
Las apariencias engañan, y mucho, en todo sentido.
ResponderEliminarBesos.
Afortunadamente no somos transparentes.
EliminarPara gustos están los diversos colores ¿No?
ResponderEliminarBesos y salud
Cada quien es un mundo.
EliminarBesos y Salud
Un toque muy original, una reflexión absolutamente irrebatible. No podemos juzgar una vida como insulsa, ya que no sabemos lo que realmente vive cada uno.
ResponderEliminarGracias Juan Carlos y siempre por tus comentarios.
EliminarJejeje, para que iba a querer ira otros sitios si lo tenía todo tan cerquita...,
ResponderEliminar.
Besos
Raquel
Eso digo yo,¿para qué buscar si lo tenía todo?
Eliminar¡¡Anda!! ves, nunca es lo que parece. Donde se piensa que hay aburrimiento y la hastía anda a sus anchas, puede haber una o mil formas de disfrutar de la vida. Aunque pienso que tener intimidad con el jefe no sé, no sé, no creo que sea buena idea. Tal vez cuando no funcione bien con el sexo aunque sea buena en su trabajo la mande a la conchonchina. El trabajo y el sexo cada uno en su lugar y los jefes y las empleadas o viceversa no han de mezclarse. Buen texto, me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos
Tiene aún muchos más inconvenientes de los que tú dices, pero... cada cual es libre de echarle la sal a la vida como quiere.
EliminarBien tapadita que tenía sus intimidades la empleadita para salir de la "vida aburrida" que parecía tener. Bueno y divertido este relato con tintes de realismo Tracy!!
ResponderEliminarJajajaja, me ha gustado eso de tintes de realismo, jajajaja
Eliminarja,ja...pero que bueno,Tracy,..
ResponderEliminarEsos finales que nos desarman...;)
BESOS!
Gracias Blogo, se nota que me quieres.
EliminarHombre, pues muy insípida no era, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Claro que no!, por eso es mejor no opinar de lo que se ve por fuera.
EliminarCreo, que cada cual sabe buscar sus momentos gratificantes e intensos...Cada cual tiene su mente y su corazón, que no conocemos...
ResponderEliminarMi felicitación por tu buen humor y tus buenos momentos, Tracy.
Mi abrazo grande,amiga.
M.Jesús
"Ca uno es ca uno", como decía mi paisano el torero Guerrita.
EliminarEs muy arriesgado opinar de los demás. Tengo un amigo que se jubiló antes que yo y que me contaba lo bien que lo pasaba jubilado. Su opción de gastar el resto de su vida es salir de casa a primera hora, como en su vida laboral, subir a los autobuses de la ciudad, y dar vueltas hasta la hora de comer. Aun no me lo puedo creer.
ResponderEliminarPues creetelo porque se oye cada cosa por ahí, y yo veo bien que cada cual se salpimiente su vida como quiera u pueda.
EliminarClaro, por eso cuando llegaba a casa le gustaba quedarse allí tranquila, ya venía harta. No te fies de las mosquitas muertas.
ResponderEliminarBesos.
Pues claro... ¡venía reventá...
EliminarGenial, Tracy. No sabemos nada o casi nada de las personas hasta que no abrimos las puertas de su intimidad. ¿Anodina la vida de la protagonista de tu historia?. Yo diría que no, que era una vida apasionante. disfrutar de su casa y disfrutar más, mucho más, de su trabajo, bueno más que de su trabajo, de sus "relaciones laborales" altamente placenteras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Eso es lo que yo digo desde el principio que quién sabe nadie cómo cada persona condimenta su vida ¿no te parece?
EliminarEl refrán que yo conozco es sólo válido para hombres:
ResponderEliminar"Donde tengas la olla, no metas la..."
Pista palera, 'pátapálo': pata no rima con olla ;p
Lo que vale es el sentido de la frase, las palabras son lo de menos en este caso.
EliminarEl jefe puede decir algo parecido. Serían entonces dos vidas que se escapan de lo insípido.
ResponderEliminarExactamente dos menos, de las muchas que debe de haber por ahí.
EliminarNo se puede juzgar a nadie por las apariencias.
ResponderEliminarEstos últimos días he estado algo ocupado y he faltado a dos o tres de tus últimas entradas. Al llegar he visto que ganó el dibujo del té y la tarta. ¡Ha quedado genial!
Un abrazo.
Sí, te he echado de menos, espero que ya vuelvas a tener tiempo para que disfrutemos de tu presencia.
Eliminarme alegro que te haya gustado la nueva cabecera del blog, es la que salió de la votación.
Un abrazo.
El problema de una vida aparentemente insípida, no es cómo lo vean los demás sino que te lo parezca a tí. Hay gente que se está quejando siempre de lo aburrida y monótona que es su vida pero no hace nada por remediarlo.
ResponderEliminarEn el caso de tu protagonista se ve que de aburrida nada de nada, je je .
Lo que cuenta es lo que piense la propia persona, claro.
EliminarTe leo y reflexiono, tal vez el ser dueños de nuestra propia vida nos da la posibilidad de adornarla como nos place... pero, amiga... otra cosa es como nos ven, el reflejo que transmitimos a los demás y que en muchos casos hay quien se empeña en que sea seña de identidad, luego como dices vienen las sorpresas. Lo importante es que ese corazón late, como el tuyo o como el mio... y la vida sigue para todos.
ResponderEliminarY tu reflejo me encanta, amiga viajera... ;)
Besos!!
La vida de uno solo es insípida para el que la ve desde fuera, lo que en realidad es, solo lo sabe quien la vive, Me gustó este enfoque Tracy.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sonrío...
ResponderEliminarBss.