Esta semana nos dirige Dorotea y su propuesta es sorpresiva, a cada cual le ha dado un tema elegido por ella, los podéis leer aquí
LA MÁQUINA CHOCOLATERA
Cansado de trabajar de sol a sol en el pueblo se fue a la costa a probar suerte. pronto se dio cuenta que había gente que manejaba dinero fácil con mucha alegría, parecía como si no les costara trabajo ganarlo. A fuerza de observarlos empezó a desear ser lo mismo que ellos y empezó a indagar:
¡vendían "tabletas de chocolate"!
Pensó que si el chocolate en tabletas producía esos beneficios, cuanto más lo produciría si lo ofertaba recién hecho con pinchos de frutas. Así es que invirtió sus ahorrillos en una máquina chocolatera y puso un chiringuito en los jardines que había junto a la playa con el siguiente cartel:
¡¡¡¡Chocolate barato, al costo!!!!
Pronto se acercaba gente de toda condición, unos atraídos por ese pincho apetitoso que vendía, otros no salían de su asombro al pedir "maría", "costo" o claramaente "hachís" y como única respuesta tenían la cara de panoli que se le quedaba al chocolatero ante su petición, algunos después de tomarse un pincho de frutas bañado en chocolate se marchaban contentos de no tener que luchar con lo que ellos creían que era una competencia solapada de un "camello" "espabilao".
El chocolatero para evitar sucesivas equivocaciones cambió el cartel por este otro:
¡¡¡Vendo el mejor cacao,
aunque no sea al costo, ni sea de María!!!
Cansado de trabajar de sol a sol en el pueblo se fue a la costa a probar suerte. pronto se dio cuenta que había gente que manejaba dinero fácil con mucha alegría, parecía como si no les costara trabajo ganarlo. A fuerza de observarlos empezó a desear ser lo mismo que ellos y empezó a indagar:
¡vendían "tabletas de chocolate"!
Pensó que si el chocolate en tabletas producía esos beneficios, cuanto más lo produciría si lo ofertaba recién hecho con pinchos de frutas. Así es que invirtió sus ahorrillos en una máquina chocolatera y puso un chiringuito en los jardines que había junto a la playa con el siguiente cartel:
¡¡¡¡Chocolate barato, al costo!!!!
Pronto se acercaba gente de toda condición, unos atraídos por ese pincho apetitoso que vendía, otros no salían de su asombro al pedir "maría", "costo" o claramaente "hachís" y como única respuesta tenían la cara de panoli que se le quedaba al chocolatero ante su petición, algunos después de tomarse un pincho de frutas bañado en chocolate se marchaban contentos de no tener que luchar con lo que ellos creían que era una competencia solapada de un "camello" "espabilao".
El chocolatero para evitar sucesivas equivocaciones cambió el cartel por este otro:
¡¡¡Vendo el mejor cacao,
aunque no sea al costo, ni sea de María!!!
Jajajja
ResponderEliminarYo quiero brocheta con chocolate de cacao!
; )
Besos
¡Oído cocina!
EliminarMenos mal que no lo mataron antes de indagar....
ResponderEliminarBesos.
¡Menos mal!
EliminarHacia Belén también iba una burra cargada de chocolate... sería del gremio :)))
ResponderEliminarMuy ingenioso, sí señora!!! :)))
Bss
¡Qué bueno!, no había caído en esa figura del belén, jajajajajaja
Eliminar¡Buenisimo! le has dado un punto a la realidad con sentido del humor. Un abrazo
ResponderEliminarEl humor es un buen aderezo para todas las salsas.
EliminarEs que uno llega de fuera y no sabe las costumbres.
ResponderEliminarMás que de fuera... del campo que es otro mundo.
Eliminarjajajaja Listo y emprendedor el hombre, hoy dia no hay muchos, si no no se explica que tengamos este Gobierno con malloria absoluta, pero ya le queda poco, pero siguen jodiendo hasta el final... :(
ResponderEliminarBesos y salud
Tic, tac, tic, tac, tic, tac....
EliminarTic-tac, tic- tac, tic-tac.
EliminarTodo lo relacionado con el chocolate es bueno. Yo creo que habrá muy poca gente que el chocolate no le haga gracia.
ResponderEliminarBesos.
Da energía y además es sustitutiva del sexo. ¡casi ná!
EliminarEl reclamo daba motivo para la confusión, jaja. Igual tampoco hubiera estado mal haber invertido en ambos negocios.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Quita... quita...!
EliminarJajajaja. Si es que los equívocos son muy enojosos.
ResponderEliminarSalu2 chocolateros, Tracy.
Sí, hay que tener cuidadínnnnnnn
EliminarQue se callen las contadoras de calorías, donde haya un buen chocolate blanco, de leche o amargo, la satisfacción gustativa está servida! Luego hay una resaquilla cara al peso, pero preferible... Me cae muy bien tu chocolatero. Gracias por participar y un abrazo.
ResponderEliminarPor una vez en la vida no se relaciona el chocolate con los kilos y créeme que me costó trabajo no relacionarlos.
EliminarLe comunicaré al chocolatero eso de que te cae muy bien, he de decirte que a mí también.
Besos
Jajajajaj qué bueno, hay frases que pueden liar...huissss no, liar no!
ResponderEliminarQue son un lío, vamos.
:)
Ingenioso resultó ser también, eh!
: ))
EliminarBueno, bueno. Se empieza de chocolatero y se termina como Walter White. Vendiendo metanfetamina a los narcos mejicanos.
ResponderEliminarJajajajaja
Eliminar¡Quiero chocolateeee!
ResponderEliminar¿A la taza o en tableta?
EliminarMuy ocurrente tu relato Tracy! Buena manera de encontrarle la vuelta al título que te tocó en suerte :D
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
La verdad es que hubo un momento que no supe cómo meterle mano a la dichosa máquinita.
EliminarMuy bueno amiga, fácil confusión, y simpática también.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Carmen.
EliminarFantástico, Tracy!!
ResponderEliminarQue pases buen fin de semana. Abrazo!
Muchas gracias Zamarat
EliminarGenial, Trazy, buenísimo. Felicidades. besos de buenas noches.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado.
EliminarUn beso María.
Que no falte el humor, este chocolate si que está dulce y rico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Tracy:
ResponderEliminarUn placer, de esos que llevan a relamerte los dedos, leer tu relato delicioso confeccionado a base de ingenio puro y humor sano.
Le recomendaré la lectura de tu blog a mi dietista, Tracy. Lo veo bastante crispado desde que no saborea una buena onza de chocolate.
El chocolate me lo como como sea
ResponderEliminar=)
Tengo que considerarme adicto al chocolate, por eso tu relato me parece sabroso.
ResponderEliminarUn beso.
Pienso Tracy que pronto llegaría a descubrir que con ese chocolate, tardaría un poco más en hacerse rico. Eso sí, contribuiría a que la vida de los demás fuera un poco más dulce.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ja ja ja has resuelto muy bien el título que te ha tocado!
ResponderEliminarMejor aclarar, sí...aunque yo soy de la opinión que el que vendía nuestro protagonista da más alegrías que el otro...
ResponderEliminarBesos
Es una confusión muy curiosa. Un primo mío, mexicano, me preguntó porque en Madrid vendían chocolate por la calle y lo ofrecían en voz baja.
ResponderEliminarDivertido relato. Besos.
Jajaja que bueno el final! Que arte, hacer reír es lo más difícil del mundo, y tu relato me ha hecho acabar a carcajadas, lo de aunque no sea de María es buenísimo, eso si, el chocolatero no iba a forrarse vendiendo ese chocolate, pero la verdad es que seguro que fue mucho más feliz! Miles de besosssssssssssss.
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