Este jueves nos conduce Mª José en su blog: http://blogdemjmoreno.blogspot.com.es/. podéis leer las historias que se inventen sobre esta fotografía.
Cuando llegó a ese pueblecito andaluz que había elegido para pasar las vacaciones estivales, lo primero que hizo tras dejar las maletas en el apartamento, fue ducharse para desprenderse de un año de monotonías y aburrimiento e ir a zambullirse en las callejuelas y plazas del pueblo que la luz de la luna las hacían aún más mágicas. Era feliz paseando envuelta en aquella brisa marina que la hacía sentirse otra persona diferente a la que había llegado de la ciudad, hacía apenas unas horas.
Su paseo estaba teniendo un efecto sanador hasta que le salió al encuentro aquella casa con ese estilo inconfundible que tienen las construcciones señoriales andaluzas.
Sacó el móvil y la enfocó; luego se centró en el cierre alrededor del que giraba toda la fachada.
Cuando miró las fotografías notó algo extraño, en la foto del cierre se apreciaba una mancha blanca, como si se hubiera velado, justo en la zona donde faltaba el cristal.
Repitió la foto y de nuevo aparecía esa mancha blanca.
Así, una y otra vez, en todas pasaba igual.
Al día siguiente se enteró de lo que se decía en el pueblo: esa casa estaba habitada por un fantasma.
Un indiano se hizo construir la casa cuando se vino a vivir a España tras casarse con una bella mestiza. Una vez aquí, ella se enamoró de un pescador lugareño, a lo que el indiano respondió asesinándola para después de cumplir condena marchar allende de los mares quedando la casa en el más total abandono.
A partir de este momento, sus vacaciones se convirtieron en procurar descubrir lo que realmente había pasado.
Indagó en los archivos del pueblo y cual sería su sorpresa al ver esos antiguos daguerrotipos del suceso: la guapa mulata era su vivo retrato.
Se dirigió de nuevo a la casa y volvió a fotografiar el cierre, esta vez no aparecía ninguna mancha blanca, nítidamente se veía su rostro perfilándose en el hueco del cristal que faltaba.
Su paseo estaba teniendo un efecto sanador hasta que le salió al encuentro aquella casa con ese estilo inconfundible que tienen las construcciones señoriales andaluzas.
Sacó el móvil y la enfocó; luego se centró en el cierre alrededor del que giraba toda la fachada.
Cuando miró las fotografías notó algo extraño, en la foto del cierre se apreciaba una mancha blanca, como si se hubiera velado, justo en la zona donde faltaba el cristal.
Repitió la foto y de nuevo aparecía esa mancha blanca.
Así, una y otra vez, en todas pasaba igual.
Al día siguiente se enteró de lo que se decía en el pueblo: esa casa estaba habitada por un fantasma.
Un indiano se hizo construir la casa cuando se vino a vivir a España tras casarse con una bella mestiza. Una vez aquí, ella se enamoró de un pescador lugareño, a lo que el indiano respondió asesinándola para después de cumplir condena marchar allende de los mares quedando la casa en el más total abandono.
A partir de este momento, sus vacaciones se convirtieron en procurar descubrir lo que realmente había pasado.
Indagó en los archivos del pueblo y cual sería su sorpresa al ver esos antiguos daguerrotipos del suceso: la guapa mulata era su vivo retrato.
Se dirigió de nuevo a la casa y volvió a fotografiar el cierre, esta vez no aparecía ninguna mancha blanca, nítidamente se veía su rostro perfilándose en el hueco del cristal que faltaba.
Vaya... se reencarnó...
ResponderEliminarSi se reencarnara el pescador podrían volver a estar juntos.
Besos.
Un buen final para mi abierto desenlace.
EliminarUn buen final para mi abierto desenlace.
EliminarHay fantasmas muy vivos. Buen relato, abrazucos
ResponderEliminarY okupas que son peores que los fantasmas.
EliminarY okupas que son peores que los fantasmas.
EliminarLindísima historia,la que hoy nos describes. ME ha gustado muchísimo. EStás en racha, eh? Recibe un abrazo grande.
ResponderEliminar¿tú crees?
EliminarOtro abrazo para ti.
¡Interesante desenlace!
ResponderEliminarBesos
Abierto para dejar volar a la imaginación.
EliminarAbierto para dejar volar a la imaginación.
EliminarRaro que la casa no esté okupada con fantasma y todo...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Lo está... lo está...
EliminarLo está... lo está...
EliminarEsos miradores me encantan.
ResponderEliminarEn la adolescencia descubrimos un pueblo abandonado y una de las casas guardaba todavía cartas, estuvimos un verano indagando, lo pasamos genial, lo recuerdo mucho.
Y el relato es triste pero muy interesante.
Un beso fuerte, querida Tracy.
Marchamos otra vez a la montaña, vamos y venimos ...
Qué fuerte. Me imagino lo bien que lo pasaríais.
EliminarQue seas feliz en tu montaña.
Qué fuerte. Me imagino lo bien que lo pasaríais.
EliminarQue seas feliz en tu montaña.
Que entre a la casa...y si está Él???
ResponderEliminarOhhh
Besos intrigados.
Si está él... sería el resto de la historia más alegre, jejeje
EliminarSi está él... sería el resto de la historia más alegre, jejeje
EliminarLindo relato. Besos.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gistado.
EliminarMe alegro que te haya gistado.
EliminarTal vez esa mujer busca a alguien a quien atraer, para no estar más sola.
ResponderEliminarBien contado.
Saludos.
... o quizás se esté buscando a ella misma.
Eliminar... o quizás se esté buscando a ella misma.
EliminarBonita historia.
ResponderEliminarBesos
Celebro que te haya gustado.
EliminarCelebro que te haya gustado.
EliminarOstras, qué fuerte. Me encantan esos misterios, da yuyu...
ResponderEliminarBesos
Pues a mí no pero parece como si me gustaran.
EliminarPues a mí no pero parece como si me gustaran.
EliminarSi te lo tengo dicho: hay muchos fantasmas...
ResponderEliminarMenos mal que tu texto nos trae la belleza del fantasma literario.
Gracias.
Del fantasma literario y la belleza mulata, jejejeje
EliminarGracias Pitt
Me crees si te digo que amplié la fotografía lo mas que pude para ver si había alguna mancha?..wowwww...que buena historia, como para terminar el fantasma fuera de la casa y ella atrapada en viejo caserón...bss...un gusto leerte
ResponderEliminarLo que es un gusto es leer los comentarios que me haces.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Sabía que este jueves nos traería relatos muy inspirados, historias del pasado que mueven los cimientos de nuestras propias vidas y así ha sido. Tu relato es magnífico. Me encanta tu historia. Gracias por participar. Un beso
ResponderEliminarGracias a ti por conducirnos en este jueves y regalarnos tu tiempo para hacerlo.
EliminarOhhhhh, tu has desvelado la identidad del fantasma que yo había envuelto en metáforas! Cuánto que contar.
ResponderEliminarUn beso
Perdónae... no sabía...
EliminarBesos.
Una historia con ribetes mágicos que merecía ser contada.
ResponderEliminarUn abrazo
Quizás esté contada, la verdadera historia, en algún legajo lleno de polvo...
EliminarMuy bello relato, descubrir cosas resulta a veces casi como un juego, así ves las cosas de diferente forma.
ResponderEliminarBesos.
Un juego que a veces puede tener su riesgo.
Eliminaruy! estremecedor relato! desearia saber como continua...
ResponderEliminarMuy bueno Tracy
Beso
Gracias por tus palabras.
EliminarMe gustan los finales abiertos, aunque hay uno que gana por goleada.
Besos.
Una hermosa historia sin duda alguna. Como alguien te ha comentado, tal vez se encuentre con un pescador descendiente de aquel que enamoró a la mujer del indiano y al final el amor, mucho tiempo después, triunfe sin obstáculos. Puede ser la trama de una novela.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Puede ser...
EliminarUn beso, Pepe.