JUEVEANDO EN VIERNES CON PERDIDOS

Charo quiere que contemos este jueves si alguna vez nos hemos perdido, nosotros o alguien de nuestra familia o amigos, en fin... Si sentís curiosidad pinchad aquí

PERDIDA

La verdad es que yo ando perdida siempre, desde muy jovencita y he de decir que aún no me he encontrado. 
Ya creo que me he acostumbrado a vivir en  esta continua búsqueda y no me hallaría si me viera ubicada en un determinado lugar, con unos pensamientos encajados en unos parámetros determinados y realizando  acciones previsibles, ¡qué aburrimiento!
 Es mucho más divertido ir de acá para allá perdiéndote y jugando a encontrarte en lugares distintos y relacionándote con personas diferentes en cada momento.
Bien es verdad, que para estar perdida tanto tiempo y a la vez estar  buscándote a ti misma, tienes que tener los pies bien pegados al suelo y saber por dónde te pierdes y por dónde te tienes que buscar,  creerme, sé lo que os digo: No es nada fácil, porque yo tampoco sé lo que busco, pero sí sé lo que no quiero encontrar y mientras tanto voy improvisando o lo que es lo mismo: viviendo.
A esta pérdida existencial que yo tengo, hay que añadirle otras coyunturales que vendrán con la vejez, de todas ellas la de la memoria es la que más me preocupa:  la incomunicación de tu cuerpo con tu alma como si te cortaran los hilos que los unen: ¡¡¡Terrible!!!
Las demás pérdidas como las del oído, la vista, la movilidad...   me las imagino como un ir despidiéndose poco a poco de este mundo y empezar a acostumbrarse al otro en que nada se oye, nada se ve y nada se mueve, pero hasta que eso llegue ¿os imagináis en lo que se puede convertir mi vida? perdida en mis divagaciones y además con la vista, el oído y la movilidad disminuida... 
¡Eso va a ser la releche!