Una original propuesta que se le ha ocurrido a Encarni en su blog Brisa de Venus podéis descubrir a estas amistades invisibles
AMIGAS DE TODA LA VIDA
Eran amigas de la infancia vivían casa arriba, casa abajo de la misma calle incluso iban al mismo colegio. Se compenetraban tan bien que a través de ellas, las familias cultivaron una gran amistad considerándose como familia.
El destino las separó y por motivos de trabajo de los padres se trasladaron a dos puntos distantes en la geografía española. Esta separación fue dolorosa a la vez que pasajera, ya se sabe que los niños sienten con fuerza pero lo mismo que sientes olvidan, para ellos no existe el pasado, ni el futuro sólo el presente.
Empezaron felicitándose por Navidad, hasta que un día se cortó esta exigua relación.
Fueron pasando los años y cada familia siguió construyendo su historia.
Las niñas se hicieron mujeres, fueron a la universidad y se convirtieron en dos grandes profesionales que no tardaron en casarse y tener hijos y más adelante nietos.
Sus vidas transcurrieron en paralelo, sin ellas saberlo.
Cuando la tranquilidad de la edad llegó de manos de la soledad, en esos momentos interminables en los que la vida pasaba ante ellas como si fuese una película de cine mudo, recordaron a aquella amiga de la infancia preguntándose qué habría sido de ella.
La idea de volver a encontrarse empezó a hacer mella en ellas, pero no sabían cómo hacerlo: agotaron todas las posibilidades que internet había puesto a su alcance, escudriñaron en las redes sociales en las que no eran muy activas pero donde habían leído, que a veces esa búsqueda daba resultado.
Pero a ellas no les funcionó.
Un día, cuando todas las esperanzas estaban perdidas, se encontraron con una propuesta de juego en la radio en la que se invitaba a los oyentes a que escribieran una carta que luego se leería en la emisora con el fin de potenciar el género epistolar.
Y las amigas, como si de una misma persona se tratara pensaron en escribirse, ilusionadas en que a sus cartas llegaran a oídos de su destinataria.
Querida Montse....
Querida Tracy....
El destino las separó y por motivos de trabajo de los padres se trasladaron a dos puntos distantes en la geografía española. Esta separación fue dolorosa a la vez que pasajera, ya se sabe que los niños sienten con fuerza pero lo mismo que sientes olvidan, para ellos no existe el pasado, ni el futuro sólo el presente.
Empezaron felicitándose por Navidad, hasta que un día se cortó esta exigua relación.
Fueron pasando los años y cada familia siguió construyendo su historia.
Las niñas se hicieron mujeres, fueron a la universidad y se convirtieron en dos grandes profesionales que no tardaron en casarse y tener hijos y más adelante nietos.
Sus vidas transcurrieron en paralelo, sin ellas saberlo.
Cuando la tranquilidad de la edad llegó de manos de la soledad, en esos momentos interminables en los que la vida pasaba ante ellas como si fuese una película de cine mudo, recordaron a aquella amiga de la infancia preguntándose qué habría sido de ella.
La idea de volver a encontrarse empezó a hacer mella en ellas, pero no sabían cómo hacerlo: agotaron todas las posibilidades que internet había puesto a su alcance, escudriñaron en las redes sociales en las que no eran muy activas pero donde habían leído, que a veces esa búsqueda daba resultado.
Pero a ellas no les funcionó.
Un día, cuando todas las esperanzas estaban perdidas, se encontraron con una propuesta de juego en la radio en la que se invitaba a los oyentes a que escribieran una carta que luego se leería en la emisora con el fin de potenciar el género epistolar.
Y las amigas, como si de una misma persona se tratara pensaron en escribirse, ilusionadas en que a sus cartas llegaran a oídos de su destinataria.
Querida Montse....
Querida Tracy....
Deberían enterrarlas juntas.
ResponderEliminarSería tan bonito...
Besos.
Con que estén juntas en esta vida creo que es suficiente, tampoco hay que enterrarlas ni separadas y menos juntas.
EliminarBesos.
Final de película,qué chulo!
ResponderEliminar: )
Besos.
ME GUSTA EL FINAL QUE LE HAS DADO, ES EL MÁS BONITO.
EliminarNo se si es real pero es creíble. Un buen aporte a la juvernalia
ResponderEliminarNO ES REAL, PERO COMO DICES PODRÍA SERLO.
EliminarBuenos dias Tracy: Estoy en un sin vivir. Esta Montse a la que describes, ¿tiene apellidos?...Gracias por tu respuesta, antemano.
ResponderEliminarPor supuesto que eres tú. No hay más Montses en los jueves. Me parecía si eramos tan amigas no ponerte el apellido y además llamarte Monrsr en lugar de Montserrat.
EliminarEspero que te hsya gustado.
Un beso fuerte
Una amistad de verdad...
ResponderEliminarBonito relato.
Bsos
Gracias Maite.
EliminarTengo comprobado, como en muchas ocasiones, los lazos de la amistad, suelen ser más fuertes y duraderos que muchos familiares.Yo podría iniciar esa carta diciendo: Querido Fernando.
ResponderEliminarLa diferencia es que en nuestro caso, ni siquiera el tiempo ni la distancia, fueron capaces de borrar nuestra amistad.
Hace escasos días, escribí para otro amigo que se fué: Eloy.
Es lo que tenemos los viejos, que vemos como inexorablemente se van acabando los amigos.
Besos.
Eres una persona amigable y amistosa y que sabe valorar la amistad por eso sentí contigo lo de tu amigo Eloy y la cantidad que tienes y que no conozco.
EliminarMi relato es ficticio aunque no me importaría que fuese verdad porque con Montse tengo muy buen rollo.
A veces la vida hace esos giros. Unos dicen que el destino, la verdad es que sea como sea ese encuentro se hará realidad...La amistad siempre presente en el recuerdo.
ResponderEliminarBesos
Amiga, te echo de menos por estos pagos ¿estás bien?.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que buena historia que contaste, la del reecuencuentro.
ResponderEliminarSaludos.
"hasta" el reencuentro, lo demás lo dejo abierto.
EliminarYo también busco con afán en internet las amigas de mi infancia.
ResponderEliminarHe encontrado a algunas.
Pero a otras no.
Es una gozada, Tracy, saber que diste con la tuya.
Un beso.
El relato es ficticio, si hubiera sido real, que podría haber sido, no hubiera dado lugar a perderla. Valoro mucho en la amistad.
Eliminar¿Y que pasó?
ResponderEliminar¿Leyeron las cartas?
¿Se enteraron?
¿Me he perdido algo? jajaja
Besos y salud
Final abierto, pónselo tú.
EliminarNo te has perdido nada
Emotivo encuentro no cabe duda, y me alegro de ese reencuentro feliz. Se han dado varios casos de estos; ahora con las tecnologías no es tan complicado, pero antiguamente, amigos y amigas, que por circunstancias de la vida tomaban derroteros distintos, ya no se volvían a ver.
ResponderEliminarBesos Tracy
Sí, podría haber sido real.
EliminarPreciosa historia que se repite con mucha frecuencia , y hoy gracias a estas nuevas redes y como tú bien dices a un programa de radio pudiste encontrar a esa amiga del alma , que tanto por parte de las dos os buscabais con final feliz.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Lo que se debe hacer es no llegar a perder a esas amigas
EliminarBonita forma de pones a tu amiga invisible.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que con Montse congenio mucho.
EliminarQué bien que te recuerde una amiga de la infancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es una de las cosas bonitas de la vida.
EliminarEsta sí que es una gran amistad.
ResponderEliminarUn beso.
Pero había que haberla mantenido a través del tiempo.
EliminarEs una historia bella y si con los años vienen a nuestra mente nuestras amigas de infancia, conseguir reencontrarse es el sumun de la felicidad, besos.
ResponderEliminarCuando la vida se aquieta los recuerdos se hacen más presentes.
EliminarQué bonita historia...y parece tan real!
ResponderEliminarUn beso
Puede serlo, aunque esta no lo sea.
EliminarEspero que las cartas llegaran a sus destinatarias. Bonita forma de enfrentar el tema de esta semana.
ResponderEliminarUn beso
Puede ser ese uno de los finales de la historia.
EliminarEsto ahora, gracias a facebook, es mucho más fácil, en cualquier momento recibes una solicitud de amistad de alguien que conociste hace treinta años y no habías vuelto a tener relación. ¡Joder! Que si no nos hemos visto hace treinta años... ¡por algo será!
ResponderEliminarPero, vamos, que no voy a dar la nota. Sí, es muy bonito encontrarte, cuando estás solo, con aquel cabrón acosador del instituto.
Jajajajaja
EliminarEn mi casa tú nunca das la nota.
...mucho me alegraré si al recibo de ésta estás en buena salud...
ResponderEliminarSalu2.
... a Dios gracias...
EliminarJajajajaja
Si Tracy estoy segura de ser yo, no porque no haya mas Montses, que alguna he visto en algún comentario, sino por la velada insinuación de mis cambios de letras, que quisiera aclarar, no son debidos una distración voluntaria, mas bién producida por mi amiga la Enfermedad de Parkinson, que hace mas de 20 años me acompaña, y tiene mis movimientos incontrolados y prisioneros.
ResponderEliminarPues amiga de la infancia, amiga coetánea, en muchas visicitudes de nuestro caminar por la vida. Me ha gustado mucho, y te doy las gracias por el escrito que me dedicas y que és magisral, magico, y maravilloso.
Espero seguir bloguando contigo y los demás jueveros, y otra vez:
G R A C I A S !!!
Creo que aunque la historia no sea real, podrías haber sido mi amiga desde siempre porque creo que estamos en sintonía en muchas ocasiones.
EliminarSiento lo de tu Parkinson de verdad y espero que eso nunca llegue a privarte de estar aquí los jueves.
Un beso muy grande amiga de la infancia.
Que historia tan bonita. Me alegro que os encontrarais. :))
ResponderEliminarLe has dado un final feliz, así me gusta.
EliminarEs una historia preciosa.
ResponderEliminarMe alegro mucho por las dos.
Un beso muy fuerte.
Se lo diré a las protagonistas.
EliminarBesos
Un precioso relato el que has dedicado a Montserrat. El paso de la vida y todas sus visicitudes.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro que te haya gustado.
Eliminary yo me alegro de haber leido una entrada llena de amistad, porque es verdad lo que dice Juan L Trujillo, ,,,,al llegar a esta edad, los amigos lejanos se nos hacen mas cercanos....que bueno que la red hace que al menos podamos reencontrarnos al menos por este medio...(aunque muchas veces, al volver a vernos descubrimos que no se extraña tanto la persona sino quellos momentos de niñez o juventud)
ResponderEliminarEn esta historia no es asi...hay amistad para ratooooo
Besss
ossss
También puede suceder, por eso lo mejor es no dejar enfriar las buenas amistades.
EliminarUn beso
¡Hola! ¡Qué bonita historia! Que su amistad haya sobrevivido a tantos años. Curioso que con tanta tecnología a la mano, lo que las haya reencontrado haya sido las cartas. Me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Las cartas en la radio, un medio casi desbancado por otros medios de comunicación más modernos.
EliminarMuy buena historia, amena y realista, Tracy...La vida nos da nuevas oportunidades, si luchamos por ellas...
ResponderEliminarMi abrazo siempre.
Eso es importante: luchar por ellas.
ResponderEliminarQue chulada, Tracy!
ResponderEliminarFíjate lo que es la vida...a veces una grata sorpresa de reencuentro ;)
Me alegro mucho si es cierta como me ha parecido, cosa que no sería de extrañar.
Un abrazo.
No, no es cierta, pero podría haberlo sido como tú dices.
EliminarInternet crea lazos fuertes nada virtuales. A Montse (tu amiga Montse), tengo el gusto de conocerla personalmente y es una persona encantadora. En cuanto a tí, paisana, te intuyo cercana, afectuosa y amiga de sus amigos. Me encantaría conocerte en persona y no dudo que se presentará alguna ocasión que lo haga posible.
ResponderEliminarSeguro que en más de una ocasión nos hemos cruzado por nuestra preciosa ciudad, no dudo que más temprano que tarde nos conoceremos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es una bonita historia, con un final espléndido, al menos para los que aún amamos la radio.
ResponderEliminarBesos.
La radio hizo en otros tiempos y lo sigue haciendo el papel de celestina muy bien.
EliminarMe ha gustado mucho tu historia y como has ido relatando esa distancia pero conservando los recuerdos infantiles y bueno ese final ...redondo.
ResponderEliminarBesos
La verdad que has resuelto muy bien el reto de poner como personaje a Montse, y el reencuentro con la amistad. A Montserrat la conozco y yo tuve el placer de conocerla en Vilafamés, internet tiene este tipo de magias.
ResponderEliminarUn besico