TÉ O CAFÉ PRECUARESMALES

 Como ya he tenido mi cuaresma particular, antes de que llegue la oficial he salido a darme un garbeo  y ¿dónde he venido? a tomar un té al solecito cerca de casa.

Antes le he dado una vuelta a la manzana, pertrechada de mi muleta he tenido que responder a preguntas típicas como...

¿qué te ha pasado?

¿cómo fue?

¿Cuándo?

¿donde?

Y no he tenido más remedio que acordarme de mi amigo Ramoncillo "el loco" que siendo jovencillos tuvo un accidente con la moto y harto de que le preguntaran que le había pasado, se puso un letrero pegado en la escayola delante del pecho y explicaba todo, iba hecho un Cristo pero le echó humor a la cosa y fue un número en el pueblo, donde, me abuela era la primera que decía:

 - "Con razón le dicen Ramocillo el loco"  todos los de la pandilla lo defendíamos, cosa que les llevaba a pensar que estábamos tan locos como él, pero... ¿y lo que nos reíamos?

No, no os preocupéis, no voy a hacer lo mismo que mi amigo, entre otras cosas porque a mí sólo se me nota la muleta, que la llevo más por seguridad que por no poder andar.

Después de ese paréntesis recordatorio, sigo paladeando mi té, sorbo a sorbo en silencio, sin lectura, sin música... poco a poco, disfrutando el momento, observando los árboles,  sacándole partido a la brisa que me acariciaba y agradeciendo el calorcito del sol, que se hace notar, aunque estemos en Febrero.

     

Costó trabajo, pero al final encontré una postura cómoda, haciendo que me sirviera la muleta como soporte de la pierna y para  disfrutar más el momento, me pedí esta hermosa palmera

Como veréis es más grande que una Plaza de Toros, venid a compartirla, que hay para todos.

Y ahora otra vueltecita a la manzana y a casita, espero que no me pase lo que al perrillo del chiste  ¿lo sabéis? es buenísimo pero no se debe contar por aquí.

¿Os haya gustado la minisalida?, a mí me ha encantado.