que creíamos que nunca llegarían y los más pesimistas pensaban...
pues no, ya están aquí, aunque su aspecto no es el de siempre, no sólo ha cambiado la climatología, también han cambiado ellas, en sus atuendos, incluso en sus edades.
Hoy nos encontramos a chicas jóvenes regentando su puesto
Hoy nos encontramos a chicas jóvenes regentando su puesto
y si las comparamos con las de antes, se ven claramente las diferencias a través de los años.
Incluso hay chicos castañeros con un puesto de lo más coquetón.
Pero las castañas, las verdaderas protagonistas, siguen estando igual de buenas ya sean crudas
¿Queréis probarlas?
Yo también soy un fan de la temporada de las castañas.
ResponderEliminar¿Y también eres de los que pensaban que este año no llegaríamos a comerlas por el verano prolongado?
EliminarLas prefiero asadas.
ResponderEliminarMe llevo una docena.
Besos.
... llévate las que quieras.
EliminarBesos
Es curioso la cantidad de usos que tiene la palabra castaña.
ResponderEliminarCoger una buena castaña.
Pegarse una castaña con el coche.
Menuda castaña de obra de teatro.
Pegar una...ejem...
¿Qué te voy a contar yo a ti de la riqueza de nuestro lenguaje?
EliminarBuenos días, Tracy:
ResponderEliminarDe vuelta a casa me prepararé un buen puñado de castañas. Ayer mismo cogí unas cuantas.
Un abrazo.
Tú eres como Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como.
EliminarTodavía no ha caído ninguna, ya mismo, es que hasta ahora con el calor no apetecían.
ResponderEliminarPues como no aligeres, se te van a gustar con los polvorones.
EliminarPues si Tracy a la castañera de la foto le falta el Bikini!!
ResponderEliminarSAlud
Ya no, por aquí ha refrescado bastante ¿Por ahí no?
EliminarSiempre me gustaron las castañas asadas. Deseaba que "La Sabina" pusiera su carrito en la Cuesta del Palacio y disfrutaba de las castañas calientes por la calidez de su cucurucho y el sabor a bosque cuando las comía.
ResponderEliminarPero por estas latitudes, han dejado de apetecerme. Seguro que el frío de la meseta manchega no tiene nada que ver con el de aquí.
!Si ahora mismo, lo que me apetece es un helado!
Besos.
Es que donde estás el invierno parece ser que no existe, tú lo que te pida el cuerpo, si es helado... ¡helado! Oye... ¿y qué te parece un helado de castaña?
EliminarUn sabor que me lleva directamente a mi niñez...
ResponderEliminar...allá por el siglo pasado.
Casi todos somos del siglo pasado jejejejeje
EliminarMuy buena esta entrada sobre castañas y castañeros: Yo creo que la primera, además de que se quedará, más tiesa que la mojama; debería cubrirse la cara con un pañuelo o un pasamontañas como los atracadores, sino no va a vender ni tres castañas, te lo digo por la cara que tiene de mala leche.
ResponderEliminarBesos.
¿Qué dices? yo la veo monísima de la muerte
EliminarPrecioso post, que nos habla de tradiciones entrañables y cercanas siempre...Las castañas son el símbolo del otoño, que une el pasado y el presente y nos fortalece para seguir adelante, Tracy.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, amiga.
Es verdad, los tiempos y las modas pasan , pero ellas permanecen.
EliminarMe encantan... Siempre me han encantado... Pero leches, qué caras las asan.
ResponderEliminarUn beso.
Como nunca las compro no sabría decirte si son caras o baratas.
EliminarUn beso
Me encantan todas estas generaciones de castañeras que nos muestras.
ResponderEliminarUn abrazo y buenas castañas!
¡Buenas castañas!
EliminarSÍ!!!A MÍ ME ENCANTAN!!!
ResponderEliminarBESOSS!!
Pues venga... ¡adelante!
EliminarUna tradición que no puede pasar inadvertida. A mi me gustan glaseadas bañadas en chocolate.
ResponderEliminarBesos Tracy
A mí así me resultarían pesadísimas a pesar que me imagino que estarán buenísimas.
Eliminarricas, ricas
ResponderEliminarbesos
Te pareces a Arguiñano.
EliminarClaro que quiero probarlas, Tracy, qué ricas.
ResponderEliminar¡Adelante!
EliminarQue ricas están asadas!
ResponderEliminarBesos
Sobretodo cuando hace frío.
EliminarBuenísimo comerse una de esas paperinas llenas de castañas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues... empieza, para luego es tarde.
EliminarMe gusta mucho verlas en la calle. Me has recordado a mi abuela y a mi padre, que nunca dejaban de comprarlas. Entrañable el 'cucurucho' de castañas.
ResponderEliminarLas prefiero crudas, pero me encanta el aroma de las asadas.
Un beso muy fuerte y feliz fin de semana, Tracy.
A mí también me gusta u olor cuando están asadas, pero el sabor no mucho.
EliminarMuy buena la primera imagen.
ResponderEliminarSabes, el año pasado tuve la suerte de comprar castañas en Valencia de Alcántara y fueron tan sublimes como aquellas de mi niñez. En Madrid fueron subiendo de precio y bajando de cantidad y calidad hasta que me disuadieron, pero allí fue otra cosa. Además el castañero era un tipo viajero con interesantísima conversación.
Ahora pega decir" si es que ya nada es lo que era"
EliminarMe encantan las castañas asadas...ummmm
ResponderEliminar: )
Pues este año por poco te quedas sin ellas con lo que ha tardado en venir el otoño ¿eh?
EliminarQue lindas imagenes, si que se ve la diferencia. Nunca las he comido, pero adivino que deben ser buenas. O quizá sí, y las conozco con otro nombre.
ResponderEliminarSeguro que las has comido. aunque sea en dulce.
EliminarMe recuerdan a mi padre, cuando nos las metía en los bolsillos calentitas...
ResponderEliminarPor aquí ya llegó el frío hace un par de días apenas.
También han salido ya los casteñeros/as.
Bss.
Eso me hacía mi madre...
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