desde el día que estuve en las bodegas de Montilla y hoy me ha parecido que era el día adecuado para llevarlo a cabo.
El lugar elegido es Montilla en la Pastelería: Manuel Aguilar.
Se fundó en 1886 y el primer premio que consiguió su obrador fué en Italia en 1922 en la Exposizione del Progresso Industriale en Roma y desde ese momento se sucedieron los reconocimientos.
Está situada en pleno centro del pueblo: Calle Corredera y es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Su especialidad es el hojaldre, fijaros en estas palmeras XXXL
Podéis probarlas y comer de ellas todxs porque son muy grandes.
Al lado del té y el café hay otros dulces, también podéis probarlos están muy buenos, aunque les gana el hojaldre de las palmeras.
Es un negocio que va por su cuarta generación y tiene en su haber las peticiones personales de dulces navideños hechas de puño y letra por el mismísimo Hazaña, Presidente de la República,
El establecimiento sigue igual, manteniendo ese sabor tradicional y modernista que el primer Alcántara le dio y que hizo aquellas cajas de lata que hoy son piezas de Museo. En casa de mi abuela había una que servía para guardar las bobinas de colores.
A ellos se le atribuye la creación del Pastel Cordobés en 1930, hecho de hojaldre y cabello de ángel,
incluso "el manolete", con iguales ingredientes del pastelón,
en los que según cuenta el propio Manolete, en una entrevista que le hicieron, se gastó el primer sueldo ganado con los toros "en una pastelería de Montilla que había en la calle Corredera".
Deseo que os haya gustado.
Incluso a los que tomáis café o té a secas.
El lugar elegido es Montilla en la Pastelería: Manuel Aguilar.
Se fundó en 1886 y el primer premio que consiguió su obrador fué en Italia en 1922 en la Exposizione del Progresso Industriale en Roma y desde ese momento se sucedieron los reconocimientos.
Está situada en pleno centro del pueblo: Calle Corredera y es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Su especialidad es el hojaldre, fijaros en estas palmeras XXXL
Podéis probarlas y comer de ellas todxs porque son muy grandes.
Al lado del té y el café hay otros dulces, también podéis probarlos están muy buenos, aunque les gana el hojaldre de las palmeras.
Es un negocio que va por su cuarta generación y tiene en su haber las peticiones personales de dulces navideños hechas de puño y letra por el mismísimo Hazaña, Presidente de la República,
El establecimiento sigue igual, manteniendo ese sabor tradicional y modernista que el primer Alcántara le dio y que hizo aquellas cajas de lata que hoy son piezas de Museo. En casa de mi abuela había una que servía para guardar las bobinas de colores.
incluso "el manolete", con iguales ingredientes del pastelón,
en los que según cuenta el propio Manolete, en una entrevista que le hicieron, se gastó el primer sueldo ganado con los toros "en una pastelería de Montilla que había en la calle Corredera".
Deseo que os haya gustado.
Incluso a los que tomáis café o té a secas.
No te voy a negar que gustarme me ha gustado tu entrada y lo que en ella contiene, pero te digo que ir a Montilla para tomarme un pastelito o pastalazo, pues... va a ser que no, Granada tiene fama por sus pasteles, no serán gigantes, que también los hay, pero como último reducto árabe que fuimos hemos heredado su costumbre, la de hacer buena pastelería, y si quieres más dulce aún, nos metemos por las tiendas "morunas" y ahí encontramos pastelería marroquí que también está muy rica y llena de calorías.
ResponderEliminarSaludos
Por eso te he traído a Montilla aquí, ya sabes lo de Mahoma.
EliminarYo sí que iría a Graná a tomarme un Pionono a Santa Fé, no conozco sitio en donde los hagan tan buenos.
Una pinta deliciosa la palmera. Aquí, en Santurtzi, también tenemos una pastelería que hace palmeras gigantes. Buenísimas.
ResponderEliminarSi se echaran a pelear, quedarían empatadas, ¡seguro!
EliminarMe haces sufrir con tantas penalidades, jajja
ResponderEliminar¿Estás a regimen?
EliminarLa verdad es que se van los ojos detras. Tienen buen gusto hasta para elegir el edificio.
ResponderEliminarEsas cajas de lata, donde las madres (y las abuelas) guardaban los hilos, a mí me recuerda a las "Mantacadas Salinas".
Debe ser una satisfacción que negocios como esos sobrevivan durante varias generaciones.
Feliz martes.
Yo los disfruto mucho porque le veo mucho mérito a esos herederos que han seguido con el negocio de sus antepasados, cuando hoy día lo que se lleva es "emprender" cosas nuevas sin raigambre
EliminarJolin, qué entrada tan exhaustiva y con tantos aromas. Se hace la boca agua.
ResponderEliminarGracias por compartir. Un abrazo y feliz día
Todo acompaña y vosotroxs sois parte esencial.
EliminarQue buena entrada, ilustrada y dulce. Me encantaria probar alguno de esos hojaldres pero sobre todo comerlos in situ. Abrazos
ResponderEliminarPues eso está en tus manos.
EliminarBesos dulces
Me has llegado con tu entrada a los recuerdos.
ResponderEliminarMi padre y un amigo pastelero, propietario de una preciosa pastelería de la calle Ancha, que desgraciadamente ya no existe, hicieron un viaje a Córdoba y allí conocieron los "manoletes".
El pastelero, al volver a Valdepeñas, empezó a hacerlos y nosotros a tenerlos, para los desayunos y meriendas.
Se hicieron tan famosos, que hasta los camioneros que transportaban el vino a Madrid, llevaban cajas con 12 manoletes a los restaurantes y bares donde llevaban el vino.
Puedo decirte que si por cada uno que he servido, contando las cajas de 12 que compraban en nuestro restaurante "El Mesón del Vino", me hubiesen dado una peseta, ahora sería millonario.
P/S.- Lo del chocolate en la palmera, no acaba de convencerme. Tostadita y con la brillantez externa que le da la pintura con brocha de cada obrador.
Besos.
Besos.
Me alegra haberte llegado a tus recuerdos espero que sean buenos y si no lo son, forman parte de tu historia lo que no es un dato menor.
EliminarEs lo que más puedo agradecer que me digáis de mis entradas porque las hago con mucho cariño y cuando dan pié a una sonrisa, a una nostalgia o a compartir , como tú has hecho hoy, una vivencia de la historia personal, eso ya roza el placer de conocer retazos de vida de los amigos con los que te comunicas a diario y que a veces los llegas a conocer más que aquellos con los que te tomas la copita del mediodía.
Gracias Juan, eres millonario en recuerdos gratos y eso es lo que más
vale y tú lo sabes.
Besos montillanos.
QQque entrada maravillosa.. que imágenes queme llenan la boca de água (expresión brasileña para decir que algo es delicioso!!)...
ResponderEliminarGracias por compartir tan ricos y deliciosos dulces... y ver que una empresa puede atravesar siglos con cualidad y amor en lo que hace!!!
Abrazucos Tracy!!!
Muchas gracias por tus palabras, son siempre un estímulo.
EliminarAbrazucos
exageraó
ResponderEliminarbesos
Sos una auténtica catadora de tés, que recomienda lugares para disfrutarlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El té lo tengo catado, lo que cato son los lugares.
EliminarA veces hay que endulzar las tardes...
ResponderEliminarBesos.
... y las mañanas y las noches...
EliminarYo creía que la fama de Montilla es por el vino, pero en esta España hay sitios y cosas que guardan una tradición fantástica. Con una palmera merendamos todos, ja,ja. El lugar precioso y con solera.
ResponderEliminarAbrazos de hojaldre.
Lo de las palmeras también para mí ha sido un descubrimiento.Y me alegro.
EliminarBesos
¡Aiiinnssssss! ¡Pero qué entrada con tan buen gusto nos has traido hoy, jamia! Me encantan esas confiterías tradicionales y refinadas y el olor que las envuelven. Mi madre tenía una de esas cajas, una reliquia, (la usaba de joyero), tal cual...
ResponderEliminarEn muchos lugares todavía se ven este tipo de comercio que muestra lo selecto, lo digo en general, no solamente en los dulces, sino hasta la decoración, mobiliario, vitrinas...¡Sí señora, sabes ponernos los dientes hasta los tobillos! ¡Arsa!
Enga, ¡Marchando un buen café con un delicioso dulce! Después un buen rato de charla, me has alegrado la tarde, miarma, jeeeeeeeee...
Un besote, guapetona.
Son especiales porque todo va al unísono, poralgo han perdurado en el tiempo.
EliminarUn beso grande.
Ya desde afuera el lugar luce encantador. Lo que ofrece es una tentación a la que es imposible negarse.
ResponderEliminarBesos.
Lo mejor de las tentaciones es dejarse sucumbir en ellas.
EliminarMe encantan esos establecimientos centenários que mantienen la tradición, no sólo en sus productos, sinó también en el mantenimiento de la decoración y la arquitectura original.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Tracy y... bon profit!
A mí también, ese es su encanto.
EliminarMuchos besos
Estuve hace unos años, pero mi visita fue de ida y vuelta. La comida fue en un Restaurante y casi todo la mañana la pasé visitando lo más importante del pueblo. Esto fue por el mes de junio y ya apretaba el calor, por lo que en el Restaurante tomé café e hice una larga sobremesa, porque en la calle al sol, no se podía estar.
ResponderEliminarEsto fue enl 2013 y no tecuerdo ese local, donde has tomado café.
Besos
El café lo tomé al lado, en la Pastelería no sirven cafés, tienen un concierto con la cafetería en la que estuvimos para que te dejen tomar allí los pasteles que compras más abajo y ellos te sirven las bebidas.
EliminarLa cafetería no es para recordar porque es bastante corrientita, lo único que te dejan tomar los dulces que has comprado en la pastelería. Están puerta con puerta.
Maaadre... esta entrada es purita tentación. Ñammmm
ResponderEliminarPues a caer en ella.
EliminarNo imaginarás jamás lo que me chifla el cabello de ángel...
ResponderEliminarY venga ese té!!
Besos, prima.
n eso no nos parecemos, a mí no me gusta nada.
Eliminarmadremía....booooomba!!!!
ResponderEliminarSe me hace la boca agua....
¡Pues a comer!
EliminarHermoso lugar de cosas ricas,abrazo.
ResponderEliminarSí lo tiene todo: historia, decoración amabilidad y pasteles buenísimos.
EliminarCuando te estoy leyendo acabo de cenar y mira, me lo has puesto ideal..con tu permiso cogeré un poquito de palmera y un té no esta nada mal..gracias, la próxima invito yo ajjajaj .
ResponderEliminarYa sólo te queda pasar una estupenda noche, que es lo que yo te deseo.
EliminarBesos
Un lugar que me encanta. Y la caja de lata.
ResponderEliminarNo he comido una palmera en mi vida, son demasiado grandes y el dulce lo prefiero poquito, pero tiene muy buena pinta. Me tomo un pastel.
Gracias, Tracy.
:)
Y un beso muy fuerte.
Las únicas palmeras que me gustan son las de yema y muy de tarde en tarde. Soy más de salado que de dulce.
Eliminar¡¡AH!! ¡Qué delicia!!!
ResponderEliminarLos mejores manoletes que he comido, los compraban mis padres de una pastelería en Valdepeñas, el pueblo de nuestro amigo Juan. Era una fiesta cuando los traían a casa...
¡Divinos!!! Los de ahora están ricos, pero no es lo mismo.
Feliz noche.
Besos
Precisamente habla hoy Juan de eso en su comentario, leelo, es la misma receta que los cordobeses.
EliminarSi que me ha gustado la entrada, si, aunque me hubiera gustado mas si me hubiera zampado los dulces... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Al paso que va la ciencia seguro que dentro de ná los podrás probar por internet.
EliminarDesde luego es un edificio que no pasa desapercibido, y las palmeras, como que tampoco xD
ResponderEliminarSí ambas cosas son originales.
EliminarMe quedo la palmera de chocolate y el éclair...ummmmm
ResponderEliminarTú misma.....
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